Vale más terminar un asunto que comenzarlo. Vale más ser paciente que valiente.
Mejor es el fin del negocio que su principio: mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del negocio, que ſu principio: mejor es el suffrido de eſpiritu, que el altiuo de eſpiritu.
Vale más terminar un asunto que comenzarlo. Vale más ser paciente que valiente.
Vale más terminar un asunto que comenzarlo. Vale más ser paciente que valiente.
Más vale el final que el comienzo, más vale paciencia que arrogancia.
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu.
Es mejor terminar algo que comenzarlo. Es mejor ser gentil y paciente que ser orgulloso y ansioso.
Más vale el final que el comienzo, más vale paciencia que arrogancia.
Mejor es terminar que comenzar. La paciencia es mejor que el orgullo.
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; Mejor es la paciencia de espíritu que la arrogancia de espíritu.
Vale más terminar algo que empezarlo. Vale más la paciencia que el orgullo.
Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo, Y mejor el paciente de espíritu que el altivo de espíritu.
Mejor es el fin del asunto que el comienzo. Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo.
Es mejor terminar un negocio que comenzarlo. Es mejor ser humilde que ser arrogante.
Mejor es el fin del negocio que su principio: mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Más vale un buen final que un buen principio. El que tiene paciencia llega a la meta; el orgulloso habla mucho, pero no logra nada.
Más vale un buen final que un buen principio. El que tiene paciencia llega a la meta; el orgulloso habla mucho, pero no logra nada.
Hay que tomar constantemente en cuenta el versículo Eclesiastés, 7:8 de La Santa Biblia con la finalidad de analizarlo y pensar en torno a él.Quizás sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Eclesiastés, 7:8? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 7:8 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Eclesiastés, 7:8 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es oportuno servirse del versículo Eclesiastés, 7:8 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.