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Ezequiel, 24:20

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Ezequiel, 24:20

Yo les dije: «El Señor se dirigió a mí, y me dijo


Y yo les dije: Palabra de Jehová fué á mí, diciendo


Y yo les dije: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo


Yo les dije: —La palabra de Jehová vino a mí, diciendo


Y yo les dije: Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo


Y yo les dixe, Palabra de Iehoua fue à mi, diziendo.


Yo les dije: «El Señor se dirigió a mí, y me dijo


Yo les dije: «El Señor se dirigió a mí, y me dijo


Yo les respondí: — Es que el Señor me ha hablado así


Entonces les respondí: La palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo


Les dije: «El SEÑOR me dijo


Yo les respondí: —Es que el Señor me ha hablado así


Yo respondí: «El SEÑOR me mandó decir al pueblo de Israel: “Yo destruiré mi hermoso templo, el cual representa la fuerza de la nación. Y sus hijos e hijas en Judea serán muertos por herida de espada.


Entonces les respondí: «La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo


Así que les contesté: «Recibí un mensaje del SEÑOR


Yo les contesté: «El SEÑOR me dirigió la palabra y me ordenó


Y les contesté: La Palabra de YAVÉ vino a mí


Y les respondí: —La palabra del SEÑOR vino a mí diciendo


Y yo les contesté: «La palabra del Señor vino a mí, y me ordenó


Y yo les dije: Palabra de Jehová fué á mí, diciendo


Y yo les contestaba: —Se trata de un mensaje que Dios me dio.


Y yo les contestaba: —Se trata de un mensaje que Dios me dio.


El versiculo Ezequiel, 24:20 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es conveniente tomar en todo momento en cuenta con la finalidad de reflexionar en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Ezequiel, 24:20? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que podemos recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 24:20 de la Santa Biblia?

Hacer un análisis profundo sobre el versículo Ezequiel, 24:20 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por esa razón es oportuno servirse del versículo Ezequiel, 24:20 cada vez que pueda servirnos de guía para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.