Ya llega el destructor de Moab y sus ciudades; lo mejor de su juventud morirá. Lo afirma el Rey, cuyo nombre es el Señor todopoderoso.
Destruído fué Moab, y sus ciudades asoló, y sus escogidos mancebos descendieron al degolladero, ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Destruido fue Moab, y sus ciudades asoladas, y sus jóvenes escogidos descendieron al degolladero, ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
¡Destruido es Moab, asoladas sus ciudades y llevados sus jóvenes al degolladero!, ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Destruido fue Moab, y sus ciudades asoló, y sus jóvenes escogidos descendieron al degolladero, dijo el Rey, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.
Destruydo fue Moab, y ſus ciudades aſſoló: y ſus escogidos mãcebos decindieron àl degolladero, dixo el Rey, Iehoua de los exercitos es ſu Nombre.
Ya llega el destructor de Moab y sus ciudades; lo mejor de su juventud morirá. Lo afirma el Rey, cuyo nombre es el Señor todopoderoso.
Ya llega el destructor de Moab y sus ciudades; lo mejor de su juventud morirá. Lo afirma el Rey, cuyo nombre es el Señor todopoderoso.
Sube el destructor de Moab y sus ciudades, baja al matadero la flor de sus guerreros —oráculo del Rey, del Señor del universo—.
Es destruido Moab, el devastador ha subido a sus ciudades; la flor de sus jóvenes desciende a la matanza, —declara el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
Un destructor se ha levantado contra Moab y sus ciudades; lo mejor de su juventud descenderá al degolladero. Lo dice el Rey, que tiene por nombre el SEÑOR Todopoderoso.
Sube el destructor de Moab y sus ciudades, baja al matadero la flor de sus guerreros —oráculo del Rey, del Señor del universo.
Pero ahora Moab tiene que ser destruido; ya viene su destructor. La flor de su juventud está destinada a la matanza, dice el Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
Es destruida Moab, el devastador ha subido a sus ciudades; La flor de sus jóvenes desciende a la matanza», Declara el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
Sin embargo, ahora Moab será destruida junto con sus ciudades. Sus jóvenes más prometedores son condenados a la masacre —dice el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—.
Moab será devastada y sus ciudades, invadidas», afirma el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos. «Lo mejor de su juventud descenderá al matadero.
Moab está destruido. Sus ciudades desoladas. Sus jóvenes escogidos descendieron al matadero, dice el Rey, cuyo Nombre es YAVé de las huestes.
Destruido está Moab; han escalado sus ciudades. La flor de su juventud descendió al degolladero, dice el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos.
¡Si Moab ha sido destruido, sus ciudades han sido asoladas, y sus mejores jóvenes fueron llevados al matadero! —Palabra del Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.
Destruído fué Moab, y sus ciudades asoló, y sus escogidos mancebos descendieron al degolladero, ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
pero su país será destruido y el enemigo conquistará sus ciudades. ¡Hasta sus mejores soldados morirán en el campo de batalla! Yo soy el Dios de Israel; yo soy el Dios todopoderoso, y les juró que así
pero su país será destruido y el enemigo conquistará sus ciudades. ¡Hasta sus mejores soldados morirán en el campo de batalla! Yo soy el Dios de Israel; yo soy el Dios todopoderoso, y les juró que así
Debemos tomar siempre en consideración el versículo Jeremías, 48:15 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con la finalidad de reflexionar en torno a él.Quizás sería bueno preguntarse ¿Qué intentaba decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 48:15? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Jeremías, 48:15 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 48:15 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es útil recurrir al versículo Jeremías, 48:15 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.