»Algunos huyen sin fuerzas a buscar refugio a la sombra de Hesbón; pero Hesbón, la ciudad del rey Sihón, está en llamas, y el fuego se extiende y devora los montes de Moab, ese pueblo revoltoso.
A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sihón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos.
A la sombra de Hesbón se pararon sin fuerzas los que huían; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la coronilla de los hijos revoltosos.
»A la sombra de Hesbón se detuvieron sin fuerzas los que huían; mas salió fuego de Hesbón y una llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab y la coronilla de los hijos revoltosos.
A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; porque salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos.
A la sombra de Hesebon separaron los que huyan de la fuerça: porque ſalió fuego de Hesebon, y llama de en medio de Sehon, y quemó el rincon de Moab, y la mollera de los hijos reboltosos.
»Algunos huyen sin fuerzas a buscar refugio a la sombra de Hesbón; pero Hesbón, la ciudad del rey Sihón, está en llamas, y el fuego se extiende y devora los montes de Moab, ese pueblo revoltoso.
»Algunos huyen sin fuerzas a buscar refugio a la sombra de Hesbón; pero Hesbón, la ciudad del rey Sihón, está en llamas, y el fuego se extiende y devora los montes de Moab, ese pueblo revoltoso.
A la sombra de Jesbón se paran faltos de fuerza los fugitivos: pues un fuego ha salido de Jesbón, llamas de la ciudad de Sijón, que consumen las sienes de Moab y el cogote de la gente de Saón.
A la sombra de Hesbón se paran sin fuerzas los fugitivos; pues ha salido fuego de Hesbón, y una llama de en medio de Sehón, que ha consumido las sienes de Moab y los cráneos de los hijos del tumulto.
»Los que huyen se detienen desfallecidos a la sombra de Hesbón, pero sale fuego de Hesbón y una llama de la casa de Sijón que consume las sienes de Moab y la cabeza de los arrogantes.
A la sombra de Jesbón se paran faltos de fuerza los fugitivos: pues un fuego ha salido de Jesbón, llamas de la ciudad de Sijón, que consumen las sienes de Moab y el cogote de la gente de Saón.
Huyen a Hesbón incapaces de ir más lejos. Pero fuego surge en Hesbón, en la región de Sijón, y de un extremo al otro devora el país junto con su población rebelde.
¶«A la sombra de Hesbón Se paran sin fuerzas los fugitivos; Pues ha salido fuego de Hesbón, Y una llama de en medio de Sehón, Que ha consumido las sienes de Moab Y los cráneos de los hijos del tumulto
Los habitantes huyen hasta Hesbón, pero no pueden continuar porque sale fuego de Hesbón, la antigua casa de Sehón, fuego que devora toda la tierra junto con toda su gente rebelde.
«A la sombra de Hesbón se detienen exhaustos los fugitivos. De Hesbón sale un fuego; de la ciudad de Sijón, una llama que consume las sienes de Moab y el cráneo de los arrogantes y revoltosos.
Los fugitivos están sin fuerzas a la sombra de Hesbón. Un fuego sale de Hesbón, una llama de en medio de Sehón que devora las sienes de Moab y la coronilla de los hijos revoltosos.
“A la sombra del Hesbón, los que huyen se detienen por falta de fuerzas. Porque fuego salió de Hesbón, y llama de en medio de Sejón; consumió las sienes de Moab y la coronilla de los hijos revoltosos.
»Los que huyan, buscarán exhaustos protegerse en Jesbón, la otrora ciudad de Sijón; pero de allí saldrán llamas de fuego, y quemarán todo lo que aún quede de Moab, esa nación de gente revoltosa.
A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sihón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos.
»Los que alcancen a escapar llegarán a Hesbón casi muertos; pero aun a esa orgullosa ciudad, donde gobernaba el rey Sihón, le prenderé fuego.
»Los que alcancen a escapar llegarán a Hesbón casi muertos; pero aun a esa orgullosa ciudad, donde gobernaba el rey Sihón, le prenderé fuego.
El versiculo Jeremías, 48:45 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar continuamente en cuenta con el fin de hacer una reflexión en torno a él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 48:45? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 48:45 de La Biblia?
Meditar en relación con el versículo Jeremías, 48:45 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno servirse del versículo Jeremías, 48:45 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.