<

Salmos, 39:10

>

Salmos, 39:10

10 (11) Aparta de mí tus golpes; estoy acabado por los golpes de tu brazo.


Quita de sobre mí tu plaga; De la guerra de tu mano soy consumido.


Quita de sobre mí tu plaga; Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.


Quita de sobre mí tu plaga; estoy consumido bajo los golpes de tu mano.


Quita de sobre mí tu plaga; de la guerra de tu mano soy consumido.


Yo enmudeci, no abri mi boca; porque tu heziste.


»Me hice el mudo y no abrí la boca, porque tú eres el que actúa.


10 (11) Aparta de mí tus golpes; estoy acabado por los golpes de tu brazo.


Guardo silencio, no abro mi boca, porque eres tú quien lo ha hecho.


Quita de mí tu plaga; por la dureza de tu mano estoy pereciendo.


Deja de castigarme; me destruirás si no te detienes.


Aparta de mí tus golpes, que por la ira de tu mano muero.


»SEÑOR, no me hieras más; agotado estoy bajo tu mano.


Quita de mí Tu plaga; Por la dureza de Tu mano estoy pereciendo.


¡Pero por favor, deja de castigarme! Estoy agotado por los golpes de tu mano.


Aparta de mí tu azote, que los golpes de tu mano me aniquilan.


Quita de sobre mí tu azote, Porque perezco por el golpe de tu mano.


Aparta de mí tu plaga; por el movimiento de tu mano soy consumido.


¡Deja ya de hostilizarme, pues tus golpes están acabando conmigo!


Quita de sobre mí tu plaga; De la guerra de tu mano soy consumido.


10 (11) Deja ya de castigarme, pues tus golpes me aniquilan.


10 (11) Deja ya de castigarme, pues tus golpes me aniquilan.


Nos conviene tomar continuamente en cuenta el versículo Salmos, 39:10 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para hacer una reflexión en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 39:10? ¿En qué ocasiones de nuestro día a día seremos capaces de llevar a la práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Salmos, 39:10 de La Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Salmos, 39:10 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es oportuno acudir al versículo Salmos, 39:10 siempre que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.