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Salmos, 39:2

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Salmos, 39:2

2 (3) Y me hacía el mudo: no decía nada. ¡Ni siquiera hablaba de lo bueno! Pero mi dolor iba en aumento


Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno: Y excitóse mi dolor.


Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor.


Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; pero se agravó mi dolor.


Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.


Yo dixe, Miraré por mis caminos, para no peccar con mi lengua: guardaré mi boca con boçal, entre tãto que el impio fuere contra mi.


Yo había prometido cuidar mi conducta, y no pecar con mi lengua, y ponerle un freno a mis labios mientras hubiera malvados delante de mí.


2 (3) Y me hacía el mudo: no decía nada. ¡Ni siquiera hablaba de lo bueno! Pero mi dolor iba en aumento


Me dije: “Mis pasos vigilaré para no pecar con mi lengua; en mi boca pondré una mordaza cuando esté ante mí el malvado”.


Enmudecí y callé; guardé silencio aun acerca de lo bueno, y se agravó mi dolor.


Así que no dije nada. Ni siquiera dije cosas buenas. Pero me sentía aun peor.


Guardé un completo silencio, quedé totalmente callado, pero mi dolor crecía


Pero guardaba silencio. ¡Ni aun lo bueno salía de mi boca! La tormenta creció dentro de mí hasta que estuvo a punto de estallar.


Enmudecí y callé; Guardé silencio aun acerca de lo bueno, Y se agravó mi dolor.


Pero mientras estaba allí en silencio —sin siquiera hablar de cosas buenas—, el torbellino en mi interior se hizo cada vez peor.


Así que guardé silencio, me mantuve callado. ¡Ni aun lo bueno salía de mi boca! Pero mi angustia iba en aumento


Enmudecí con silencio. Me callé, aun en cuanto a lo bueno, Y se agravó mi dolor.


Enmudecí, quedé en silencio; me callé aun respecto de lo bueno, pero mi dolor se agravó.


Y guardé un profundo silencio; ni siquiera hablaba de lo bueno. Y mi dolor se agravó.


Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno: Y excitóse mi dolor.


2 (3) Así que guardé silencio y no dije una sola palabra. Pero eso no me ayudó en nada, pues mi angustia era mayor


2 (3) Así que guardé silencio y no dije una sola palabra. Pero eso no me ayudó en nada, pues mi angustia era mayor


El versiculo Salmos, 39:2 de La Biblia es algo que es muy recomendable tener en todo momento presente para meditar sobre él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de manifestarnos Dios con el versículo Salmos, 39:2? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Salmos, 39:2 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Salmos, 39:2 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es conveniente recurrir al versículo Salmos, 39:2 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo proceder o para traer paz a nuestro espíritu.