Cada ser alado tenía cuatro caras: la primera cara era la de un toro; la segunda, la de un hombre; la tercera, la de un león; y la cuarta, la de un águila.
Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.
Y cada uno tenía cuatro caras. La primera era rostro de querubín; la segunda, de hombre; la tercera, cara de león; la cuarta, cara de águila.
Cada uno tenía cuatro caras: la primera era un rostro de querubín, y la segunda, de hombre; la tercera era una cara de león, y la cuarta una cara de águila.
Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.
Y cada vno tenia quatro rostros. El primer rostro era de Cherubin: el segũdo rostro, era de hombre: el tercer rostro, de leon: el quarto rostro de aguila.
Cada ser alado tenía cuatro caras: la primera cara era la de un toro; la segunda, la de un hombre; la tercera, la de un león; y la cuarta, la de un águila.
Cada ser alado tenía cuatro caras: la primera cara era la de un toro; la segunda, la de un hombre; la tercera, la de un león; y la cuarta, la de un águila.
Cada uno tenía cuatro caras: la primera de querubín, la segunda de hombre, la tercera de león y la cuarta de águila.
Y tenía cada uno cuatro caras. La primera cara era la cara de un querubín, la segunda, la cara de un hombre, la tercera, la cara de un león y la cuarta, la cara de un águila.
Cada querubín tenía cuatro caras: la primera, de querubín; la segunda, de humano; la tercera, de león; y la cuarta, de águila.
Cada uno tenía cuatro caras: la primera de querubín, la segunda de hombre, la tercera de león y la cuarta de águila.
Cada uno de los cuatro querubines tenía caras diferentes: la primera era la de un buey; la segunda, la de un hombre; la tercera, la de un león; y la cuarta, la de un águila.
Y cada uno de los querubines tenía cuatro caras. La primera cara era la cara de un querubín; la segunda, la cara de un hombre; la tercera, la cara de un león; y la cuarta, la cara de un águila.
Cada uno de los cuatro querubines tenía cuatro caras: la primera era la cara de un buey, la segunda era una cara humana, la tercera era la cara de un león y la cuarta era la cara de un águila.
Cada uno de los querubines tenía cuatro caras: la primera, de querubín; la segunda, de hombre; la tercera, de león; y la cuarta, de águila.
Cada uno tenía cuatro caras: La primera era cara de querubín; la segunda, cara de hombre; la tercera, cara de león; y la cuarta, cara de águila.
Cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía cara de querubín; la segunda, cara de hombre; la tercera, cara de león; y la cuarta, cara de águila.
Y los querubines tenían cuatro rostros cada uno: el primer rostro era el de un querubín; el segundo, el de un hombre; el tercero, el de un león; el cuarto, el de un águila.
Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.
El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten
El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten
Hay que tomar siempre en consideración el versículo Ezequiel, 10:14 de La Sagrada Biblia con el propósito de hacer una reflexión sobre él. ¿Qué intentaba decirnos el Señor con el versículo Ezequiel, 10:14? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 10:14 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar en relación con el versículo Ezequiel, 10:14 nos ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable apoyarse en el versículo Ezequiel, 10:14 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestros corazones.