Entonces el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de entre las ruedas del carro, de en medio de los seres alados. El hombre fue y se puso junto a una de las ruedas.
Y aconteció que, como mandó al varón vestido de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró, y paróse entre las ruedas.
Aconteció, pues, que al mandar al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró entre las ruedas.
Aconteció, pues, que al mandar al hombre vestido de lino, diciendo: «Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines», él entró y se detuvo entre las ruedas.
Y aconteció que, cuando mandó al varón vestido de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró, y se paró entre las ruedas.
Y aconteció, que como mandó àl varõ veſtido de lienços, diziendo, Toma fuego de entre las ruedas, de entre los cherubines, el entró, y ſe paró entrelas ruedas.
Entonces el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de entre las ruedas del carro, de en medio de los seres alados. El hombre fue y se puso junto a una de las ruedas.
Entonces el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de entre las ruedas del carro, de en medio de los seres alados. El hombre fue y se puso junto a una de las ruedas.
Cuando ordenó al hombre con ropa de lino que tomara el fuego que había debajo del carro (debajo de los querubines), este se puso junto a la rueda.
Y sucedió que cuando ordenó al hombre vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró junto a una rueda.
Así que cuando el Señor le ordenó al hombre vestido de lino que tomara el fuego de entre las ruedas, o sea del área entre los querubines, fue y se paró al lado de las ruedas.
Cuando ordenó al hombre con ropa de lino que tomara el fuego que había debajo del carro (debajo de los querubines), este se puso junto a la rueda.
Cuando el SEÑOR le mandó al hombre vestido de lino que fuera entre los querubines y tomara algunas brasas encendidas de entre las ruedas, el hombre entró y se paró al lado de una de estas ruedas.
Cuando Él le ordenó al hombre vestido de lino: «Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines», él entró y se paró junto a una rueda.
El SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: «Métete entre los querubines y toma algunos carbones encendidos de entre las ruedas». Entonces el hombre entró y se paró junto a una de las ruedas.
El SEÑOR le ordenó al hombre vestido de lino: «Toma fuego de en medio de las ruedas que están entre los querubines». Así que el hombre fue y se paró entre las ruedas.
Cuando Él mandó al varón cubierto con lino: Toma fuego de entre las ruedas, de en medio de los querubines, Él entró y se quedó en pie junto a una rueda.
Y aconteció que cuando mandó al hombre vestido de lino, diciendo: “Toma fuego de entre las ruedas de en medio de los querubines”, este entró y se puso de pie al lado de una rueda.
En el momento en que Dios le ordenó al que estaba vestido de lino, que tomara fuego de entre las ruedas que estaban debajo de los querubines, este se metió al fuego y se detuvo entre las ruedas.
Y aconteció que, como mandó al varón vestido de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró, y paróse entre las ruedas.
En ese momento Dios le ordenó al escritor: «Métete entre las ruedas que están debajo de los cuatro seres, toma un puñado de los carbones encendidos que hay allí, y espárcelos por toda la ciudad». Aque
En ese momento Dios le ordenó al escritor: «Métete entre las ruedas que están debajo de los cuatro seres, toma un puñado de los carbones encendidos que hay allí, y espárcelos por toda la ciudad». Aque
Deberíamos tomar en todo momento en consideración el versículo Ezequiel, 10:6 de los Textos Sagrados que componen la Biblia de manera que podamos meditar sobre él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía decirnos Dios Padre con el versículo Ezequiel, 10:6? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 10:6 de la Santa Biblia?
Meditar sobre el versículo Ezequiel, 10:6 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es conveniente recurrir al versículo Ezequiel, 10:6 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía para saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.