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Ezequiel, 10:22

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Ezequiel, 10:22

Las caras tenían la misma apariencia que las de los seres alados que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno avanzaba de frente.


Y la figura de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río de Chebar, su mismo parecer y su ser; cada uno caminaba en derecho de su rostro.


Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.


La semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.


Y la figura de sus rostros eran los rostros que vi junto al río de Quebar, su parecer y su ser; cada uno caminaba en derecho de su rostro.


Y la sigura de ſus rostros, eran los rostros que vide junto àl Rio de Chobar: ſu parecer y ſu ſer: cada vno caminaua en derecho de ſu rostro.


Las caras tenían la misma apariencia que las de los seres alados que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno avanzaba de frente.


Las caras tenían la misma apariencia que las de los seres alados que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno avanzaba de frente.


Sus rostros eran como los que yo había visto a orillas del río Quebar. Todos caminaban de frente.


En cuanto a la forma de sus caras, eran las mismas caras cuya apariencia yo había visto junto al río Quebar. Cada uno caminaba derecho hacia adelante.


Las cuatro caras eran las mismas caras que había visto junto al canal Quebar, y cada uno de ellos avanzaba de frente.


Sus rostros eran como los que yo había visto a orillas del río Quebar. Todos caminaban de frente.


Sus caras también eran idénticas a las que yo había visto al lado del río, y viajaban desplazándose hacia adelante, tal como lo hacían los otros.


En cuanto a la forma de sus caras, eran las mismas caras cuya apariencia yo había visto junto al río Quebar. Cada uno caminaba derecho hacia adelante.


Además, sus caras eran como las caras de los seres que yo había visto junto al Quebar y se movían de frente y hacia adelante, tal como los otros.


Sus caras eran iguales a las que yo había visto junto al río Quebar. Cada uno de ellos caminaba de frente.


La forma de sus rostros era como la de los rostros que vi junto al río Quebar. Tenían la misma apariencia. Cada uno caminaba de frente hacia delante.


La forma de sus caras era como la de las caras que vi junto al río Quebar; tenían el mismo aspecto. Cada uno se desplazaba de frente hacia adelante.


La apariencia de sus rostros y de su cuerpo era la misma que vi junto al río Quebar, y todos ellos caminaban de frente.


Y la figura de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río de Chebar, su mismo parecer y su ser; cada uno caminaba en derecho de su rostro.


El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten


El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten


El versiculo Ezequiel, 10:22 de La Santa Biblia es algo que hay que tener en todo momento presente con el fin de analizarlo y pensar acerca de él. ¿Qué quiso manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Ezequiel, 10:22? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 10:22 de la Santa Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Ezequiel, 10:22 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es oportuno apoyarse en el versículo Ezequiel, 10:22 cuando creamos que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.