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Ezequiel, 10:9

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Ezequiel, 10:9

Junto a los seres alados vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas brillaban como si fueran de topacio.


Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto á los querubines, junto á cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.


Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito.


Miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito.


Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.


Y miré, y heaqui quatro ruedas junto àlos Cherubines, cabe cada Cherubin auia vna rueda, y el parecer de las ruedas era como parecer de piedra de Tharsis.


Junto a los seres alados vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas brillaban como si fueran de topacio.


Junto a los seres alados vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas brillaban como si fueran de topacio.


Me fijé y vi cuatro ruedas junto a los querubines, una al lado de cada uno. Parecía que las ruedas brillaban como el crisólito.


Entonces miré, y he aquí, había cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis.


Noté que había cuatro ruedas cerca de los querubines, una por cada querubín. Las ruedas se veían como el topacio y todas eran iguales.


Me fijé y vi cuatro ruedas junto a los querubines, una al lado de cada uno. Parecía que las ruedas brillaban como el crisólito.


Cada uno de los cuatro querubines tenía una rueda junto a él, Las Ruedas que Giran, como las oí llamar, pues cada una tenía una segunda rueda cruzada adentro, resplandeciente como el crisolito, con un


Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis.


Me fijé y cada uno de los cuatro querubines tenía una rueda a su lado y las ruedas brillaban como el berilo.


Me fijé, y al lado de los querubines vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas tenían un aspecto brillante como el crisólito.


Miré y vi que había cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a cada querubín. La apariencia de las ruedas era como el resplandor del crisólito.


Miré, y he aquí que había cuatro ruedas junto a los querubines; al lado de cada querubín había una rueda. El aspecto de las ruedas era como de piedra de crisólito.


Yo me fijé, y junto a los querubines vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de los querubines. El aspecto de las ruedas era semejante al crisólito


Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto á los querubines, junto á cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.


Al lado de los cuatro seres vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas eran todas iguales y brillaban como si fueran piedras preciosas. Estaban puestas en forma de estrella, y parecía


Al lado de los cuatro seres vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas eran todas iguales y brillaban como si fueran piedras preciosas. Estaban puestas en forma de estrella, y parecía


Es aconsejable tomar continuamente en cuenta el versículo Ezequiel, 10:9 de La Biblia con el fin de analizarlo y pensar sobre él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Ezequiel, 10:9? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 10:9 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Ezequiel, 10:9 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es aconsejable recurrir al versículo Ezequiel, 10:9 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.