cuando se detenían, se detenían también las ruedas; y cuando se levantaban, se levantaban también las ruedas, porque las ruedas formaban parte viva de ellos.
Cuando se paraban ellos, parábanse ellas, y cuando ellos se alzaban, alzábanse con ellos: porque el espíritu de los animales estaba en ellas.
Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando se detenían ellos, ellas se detenían, y cuando ellos se elevaban, se elevaban con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos, porque el espíritu de los animales estaba en ellas.
Quando ſe parauan ellos, ſe parauan: y quando ſe alçauan ellos, ſe alçauan con ellos, porque el eſpiritu de los animales eſtaua en ellas.
cuando se detenían, se detenían también las ruedas; y cuando se levantaban, se levantaban también las ruedas, porque las ruedas formaban parte viva de ellos.
cuando se detenían, se detenían también las ruedas; y cuando se levantaban, se levantaban también las ruedas, porque las ruedas formaban parte viva de ellos.
Cuando ellos se paraban, se paraban ellas; y cuando ellos se elevaban, se elevaban ellas también, pues el espíritu del ser viviente estaba en ellas.
Cuando los querubines se detenían, se detenían las ruedas, y cuando se levantaban, se levantaban las ruedas con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían también; cuando se elevaban, las ruedas también se elevaban, pues el espíritu de los animales estaba con ellos.
Cuando ellos se paraban, se paraban ellas; y cuando ellos se elevaban, se elevaban ellas también, pues el espíritu del ser viviente estaba en ellas.
Cuando los querubines se paraban, también lo hacían las ruedas, pues el espíritu de los querubines estaba en las ruedas.
Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían, y cuando se levantaban, las ruedas se levantaban con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando los querubines se detenían, las ruedas también se detenían. Cuando volaban hacia arriba, las ruedas subían, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.
cuando se detenían, las ruedas hacían lo mismo; cuando se levantaban, las ruedas se levantaban también, porque el espíritu de esos seres vivientes estaba en las ruedas.
Cuando ellos se detenían, ellas también se detenían. Cuando ascendían, también subían con ellos, porque el Espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando ellos se detenían, las ruedas también se detenían; y cuando se elevaban, estas se elevaban junto con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando se detenían ellos, se detenían las ruedas; y cuando se elevaban, también las ruedas se elevaban. Y es que el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
Cuando se paraban ellos, parábanse ellas, y cuando ellos se alzaban, alzábanse con ellos: porque el espíritu de los animales estaba en ellas.
El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten
El espíritu que impulsaba a los seres también estaba en las ruedas. Por eso, cuando los seres se movían, o se paraban, o se elevaban de la tierra, las ruedas hacían lo mismo. Cada uno de los seres ten
El versiculo Ezequiel, 10:17 de La Biblia consiste en algo que es muy recomendable tener continuamente presente con el propósito de reflexionar sobre él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué quiso proponernos el Señor con el versículo Ezequiel, 10:17? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos aplicar lo que hemos aprendido gracias al versículo Ezequiel, 10:17 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar sobre el versículo Ezequiel, 10:17 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es útil recurrir al versículo Ezequiel, 10:17 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestras almas.