Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Jesús le dijo: —Yo iré y lo sanaré.
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Y Iesus le dixo, Yo vendré, y lo sanaré.
Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
Jesús le dijo: — Yo iré y lo curaré.
Y Jesús le dijo*: Yo iré y lo sanaré.
Entonces Jesús le dijo: —Iré a sanarlo.
Jesús le dijo: —Yo iré y lo curaré.
Le respondió Jesús: ―Iré a sanarlo.
Y Jesús le dijo*: «Yo iré y lo sanaré».
—Iré a sanarlo —dijo Jesús.
—Iré a sanarlo —respondió Jesús.
Le respondió: Yo iré y lo sanaré.
Y le dijo: —Yo iré y lo sanaré.
Jesús le dijo: «Iré a sanarlo.»
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Entonces Jesús le dijo: —Iré a sanarlo.
Entonces Jesús le dijo: —Iré a sanarlo.
Nos conviene tomar constantemente en cuenta el versículo San Mateo, 8:7 de La Sagrada Biblia con la finalidad de reflexionar en torno a él. ¿Qué pretendía manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo San Mateo, 8:7? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 8:7 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar en torno a lo que se refiere el versículo San Mateo, 8:7 nos ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno recurrir al versículo San Mateo, 8:7 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.