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San Marcos, 5:29

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San Marcos, 5:29

Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad.


Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.


Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.


Inmediatamente la fuente de su sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de su azote.


Luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que era sana de aquel azote.


Y luego la fuẽte de ſu sangre ſe secó: y sintió en el cuerpo que era sana de aquel açote.


Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad.


Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad.


Y, efectivamente, le desapareció de inmediato la causa de sus hemorragias y sintió que había quedado curada de su enfermedad.


Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.


Apenas lo tocó, la mujer dejó de sangrar. Sintió que su cuerpo había quedado sanado de la enfermedad.


Y, efectivamente, le desapareció de inmediato la causa de sus hemorragias y sintió que había quedado curada de su enfermedad.


Y, en efecto, tan pronto como lo tocó, el derrame cesó y se sintió perfectamente bien.


Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.


Al instante, la hemorragia se detuvo, y ella pudo sentir en su cuerpo que había sido sanada de su terrible condición.


Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción.


Al instante el flujo de sangre se secó y notó que fue sanada.


Al instante se secó la fuente de su sangre y sintió en su cuerpo que ya estaba sana de aquel azote.


Y tan pronto como tocó el manto de Jesús, su hemorragia se detuvo, por lo que sintió en su cuerpo que había quedado sana de esa enfermedad.


Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.


Inmediatamente la mujer dejó de sangrar, y supo que ya estaba sana.


Inmediatamente la mujer dejó de sangrar, y supo que ya estaba sana.


Hay que tomar constantemente en cuenta el versículo San Marcos, 5:29 de La Santa Biblia para hacer una reflexión en torno a él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo San Marcos, 5:29? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo San Marcos, 5:29 de La Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo San Marcos, 5:29 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es útil apoyarse en el versículo San Marcos, 5:29 cada vez que nos pueda servir de guía para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.