Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba
Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Vino a casa del alto dignatario de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
Y llegan à la caſa del principe de la Synoga, y vido el alboroto, los que llorauã y gemian mucho.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba
se dirigió a casa del jefe de la sinagoga. Al llegar vio el alboroto y a la gente que lloraba dando muchos alaridos.
Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho.
Cuando llegaron a la casa del dirigente de la sinagoga, Jesús vio el alboroto de la gente que estaba llorando y lamentándose mucho.
se dirigió a casa del jefe de la sinagoga. Al llegar vio el alboroto y a la gente que lloraba dando muchos alaridos.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver que había mucho alboroto y gran llanto y dolor
Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho.
Cuando llegaron a la casa del líder de la sinagoga, Jesús vio el alboroto y que había muchos llantos y lamentos.
Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos.
Al llegar a la casa de Jairo, el jefe de la congregación, observó un alboroto: unos lloraban y daban grandes alaridos.
Llegaron a la casa del principal de la sinagoga, y él vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio mucho alboroto, y gente que lloraba y lamentaba.
Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron que la gente lloraba y gritaba y hacía mucho alboroto.
Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron que la gente lloraba y gritaba y hacía mucho alboroto.
Es conveniente tener en todo momento presente el versículo San Marcos, 5:38 de La Santa Biblia con el objetivo de reflexionar sobre él. ¿Qué pretendía proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo San Marcos, 5:38? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo San Marcos, 5:38 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo San Marcos, 5:38 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es útil acudir al versículo San Marcos, 5:38 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones.