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San Marcos, 5:38

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San Marcos, 5:38

Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba


Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.


Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.


Vino a casa del alto dignatario de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.


Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.


Y llegan à la caſa del principe de la Synoga, y vido el alboroto, los que llorauã y gemian mucho.


Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba


Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba


se dirigió a casa del jefe de la sinagoga. Al llegar vio el alboroto y a la gente que lloraba dando muchos alaridos.


Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho.


Cuando llegaron a la casa del dirigente de la sinagoga, Jesús vio el alboroto de la gente que estaba llorando y lamentándose mucho.


se dirigió a casa del jefe de la sinagoga. Al llegar vio el alboroto y a la gente que lloraba dando muchos alaridos.


Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver que había mucho alboroto y gran llanto y dolor


Fueron* a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio* el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho.


Cuando llegaron a la casa del líder de la sinagoga, Jesús vio el alboroto y que había muchos llantos y lamentos.


Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos.


Al llegar a la casa de Jairo, el jefe de la congregación, observó un alboroto: unos lloraban y daban grandes alaridos.


Llegaron a la casa del principal de la sinagoga, y él vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.


Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio mucho alboroto, y gente que lloraba y lamentaba.


Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.


Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron que la gente lloraba y gritaba y hacía mucho alboroto.


Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron que la gente lloraba y gritaba y hacía mucho alboroto.


Es conveniente tener en todo momento presente el versículo San Marcos, 5:38 de La Santa Biblia con el objetivo de reflexionar sobre él. ¿Qué pretendía proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo San Marcos, 5:38? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo San Marcos, 5:38 de la Santa Biblia?

El hecho de reflexionar sobre el versículo San Marcos, 5:38 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es útil acudir al versículo San Marcos, 5:38 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones.