Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo
Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo
porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia. Dios es testigo.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo
Porque nunca fuemos lisongeros en la palabra, como sabeys, ni tocados de auaricia: Dios es teſtigo.
Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto.
Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto.
Dios es testigo, y bien lo saben, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.
Porque como sabéis, nunca fuimos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo
Ustedes saben que nosotros no hemos tratado de convencerlos hablando bien de ustedes. Tampoco queremos que nos den dinero. Dios es testigo de que no tenemos nada que ocultar.
Dios es testigo, y bien lo saben, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.
Como ustedes saben, nunca hemos usado halagos ni pretextos para obtener dinero. Dios es testigo de eso.
Porque como saben, nunca fuimos a ustedes con palabras lisonjeras, ni con pretexto para sacar provecho. Dios es testigo.
Como bien saben, ni una sola vez tratamos de ganarlos adulándolos. ¡Y Dios es nuestro testigo de que nunca aparentamos ser amigos de ustedes con el fin de sacarles dinero!
Como saben, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo.
Como saben, no hablamos con palabras halagadoras, ni con deseo de lucrar. Dios es Testigo.
Porque, como saben, nunca usamos palabras lisonjeras ni tampoco palabras como pretexto para la avaricia; Dios es testigo.
Como ustedes bien saben, nosotros nunca usamos palabras lisonjeras, ni hay en nosotros avaricia encubierta. Dios es nuestro testigo.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo
Como ustedes saben, jamás les hemos dicho cosas lindas para tratar de convencerlos, ni los hemos engañado para ganar dinero. Dios sabe que esto es cierto.
Como ustedes saben, jamás les hemos dicho cosas lindas para tratar de convencerlos, ni los hemos engañado para ganar dinero. Dios sabe que esto es cierto.
El versiculo 1 Tesalonicenses, 2:5 de La Santa Biblia es algo que es muy recomendable tomar siempre en cuenta de manera que podamos reflexionar en torno a él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso decirnos Dios Padre con el versículo 1 Tesalonicenses, 2:5? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo 1 Tesalonicenses, 2:5 de La Biblia?
Hacer un análisis profundo acerca de el versículo 1 Tesalonicenses, 2:5 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa razón es útil servirse del versículo 1 Tesalonicenses, 2:5 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestras almas.