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1 Tesalonicenses, 2:8

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1 Tesalonicenses, 2:8

así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos!


Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; porque nos erais carísimos.


Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.


Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque habéis llegado a sernos muy queridos.


Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino aun nuestras propias almas; porque nos sois carísimos.


Tan amadores de vosotros, que quisieramos entregarhos no solo el Euãgelio de Dios, mas aun nuestras proprias almas: por que nos erades charissimos.


así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no sólo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos!


así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos!


Sentíamos tal cariño por ustedes que estábamos dispuestos a entregarles no sólo el mensaje evangélico de Dios, sino incluso nuestra propia vida. ¡Hasta ese punto había llegado nuestro amor!


Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.


Los amamos mucho y por eso nos alegramos de compartir con ustedes las buenas noticias de Dios. Además, ustedes se han vuelto tan importantes para nosotros que nos sentimos felices de compartir con ust


Sentíamos tal cariño por ustedes que estábamos dispuestos a entregarles no solo el evangelio de Dios, sino incluso nuestra propia vida. ¡Hasta ese punto había llegado nuestro amor!


Es tan grande el cariño que les tenemos, que no sólo les habríamos anunciado el evangelio, sino también les habríamos dado nuestras propias vidas.


Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros.


Los amamos tanto que no solo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también les abrimos nuestra propia vida.


así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no solo el evangelio de Dios, sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!


De este modo, al tener un profundo afecto por ustedes, nos sentimos complacidos por impartirles las Buenas Noticias de Dios y también nuestras propias vidas, porque llegaron a sernos muy amados.


Tanto es nuestro cariño para ustedes que nos parecía bien entregarles no solo el evangelio de Dios sino también nuestra propia vida, porque habían llegado a sernos muy amados.


Tan grande es nuestro cariño por ustedes, que hubiéramos querido entregarles no solo el evangelio de Dios sino también nuestra propia vida. ¡A tal grado hemos llegado a amarlos!


Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; porque nos erais carísimos.


Tanto los amamos y queremos que no solo les habríamos anunciado la buena noticia de Dios sino que, de haber sido necesario, hasta habríamos dado nuestra vida por ustedes.


Tanto los amamos y queremos que no solo les habríamos anunciado la buena noticia de Dios sino que, de haber sido necesario, hasta habríamos dado nuestra vida por ustedes.


Deberíamos tomar siempre en consideración el versículo 1 Tesalonicenses, 2:8 de La Santa Biblia con el fin de analizarlo y pensar acerca de él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba decirnos el Señor con el versículo 1 Tesalonicenses, 2:8? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo 1 Tesalonicenses, 2:8 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo 1 Tesalonicenses, 2:8 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable servirse del versículo 1 Tesalonicenses, 2:8 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.