y les dijo: —Denme también a mí ese poder, para que aquel a quien yo le imponga las manos reciba igualmente el Espíritu Santo.
Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.
diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
diciendo: —Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.
diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.
Diziẽdo, Dadme tãbien à mi eſta potestad: que à qualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Eſpiritu Sancto.
y les dijo: —Denme también a mí ese poder, para que aquel a quien yo le imponga las manos reciba igualmente el Espíritu Santo.
y les dijo: —Denme también a mí ese poder, para que aquel a quien yo le imponga las manos reciba igualmente el Espíritu Santo.
diciendo: — Concédanme también a mí el poder de que, cuando imponga las manos a alguno, reciba el Espíritu Santo.
diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo.
y les dijo: —Denme ese poder para que a quien yo le imponga las manos reciba el Espíritu Santo.
diciendo: —Concédanme también a mí el poder de que, cuando imponga las manos a alguno, reciba el Espíritu Santo.
―Este dinero es para que me permitan obtener ese poder —les dijo—. Quiero que al imponer las manos sobre la gente, reciban el Espíritu Santo.
y les dijo: «Denme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo».
—Déjenme tener este poder también —exclamó—, para que, cuando yo imponga mis manos sobre las personas, ¡reciban el Espíritu Santo!
y les pidió: —Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo.
y dijo: Denme también este poder para que a cualquiera a quien imponga las manos reciba el Espíritu Santo.
diciendo: —Denme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.
y les dijo: «Denme también a mí este poder, para que cuando yo imponga las manos sobre cualquier persona, esta reciba el Espíritu Santo.»
Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.
—Denme ese mismo poder que tienen ustedes. Así yo también podré darle el Espíritu Santo a quien le imponga las manos.
—Denme ese mismo poder que tienen ustedes. Así yo también podré darle el Espíritu Santo a quien le imponga las manos.
El versiculo Hechos, 8:19 de La Sagrada Biblia es algo que deberíamos tomar constantemente en cuenta a fin de meditar acerca de él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Hechos, 8:19? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 8:19 de La Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Hechos, 8:19 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es aconsejable acudir al versículo Hechos, 8:19 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones y almas.