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Hechos, 8:22

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Hechos, 8:22

Abandona esta maldad tuya, y ruega a Dios, para ver si te perdona el haber pensado así.


Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón.


Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón


Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón


Arrepiéntete pues de ésta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazón.


Arrepiẽtete pues deesta tu maldad, y ruega à Dios, ſi porventura te sera perdonado eſte pensamiento de tu coraçon.


Abandona esta maldad tuya, y ruega a Dios, para ver si te perdona el haber pensado así.


Abandona esta maldad tuya, y ruega a Dios, para ver si te perdona el haber pensado así.


Arrepiéntete del mal que has hecho y pide al Señor que, si es posible, te perdone el haber abrigado tal pensamiento.


Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón.


¡Abandona tu maldad! Pídele al Señor que perdone tus malas intenciones.


Arrepiéntete del mal que has hecho y pide al Señor que, si es posible, te perdone el haber abrigado tal pensamiento.


Arrepiéntete de esta maldad y ora. Quizás Dios te perdone los malos pensamientos


Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón.


Arrepiéntete de tu maldad y ora al Señor. Tal vez él perdone tus malos pensamientos


Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención.


Por tanto cambia de mente en cuanto a esta maldad y ruega al Señor. Tal vez te sea perdonado lo que pensaste.


Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón


Arrepiéntete de tu maldad, y ruega a Dios. Tal vez te perdone por ese mal pensamiento.


Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón.


Claramente veo que tienes envidia, y que no puedes dejar de hacer lo malo. Tienes que dejar de hacerlo. Si le pides perdón a Dios por tus malas intenciones, tal vez te perdone.


Claramente veo que tienes envidia, y que no puedes dejar de hacer lo malo. Tienes que dejar de hacerlo. Si le pides perdón a Dios por tus malas intenciones, tal vez te perdone.


El versiculo Hechos, 8:22 de La Sagrada Biblia es algo que es preciso tomar continuamente en consideración con el fin de analizarlo y pensar acerca de él.Quizás sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Hechos, 8:22? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que seremos capaces de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Hechos, 8:22 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Hechos, 8:22 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es oportuno recurrir al versículo Hechos, 8:22 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones.