La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él.
Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
La gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía
Y el pueblo escuchaba atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Y las compañas escuchauan attentamente vnanimes las coſas que dezia Philippe, oyendo y viendo las ſeñales que hazia.
La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él.
La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él.
La gente en masa escuchaba con atención a Felipe, pues habían oído hablar de los milagros que realizaba y ahora los estaban viendo.
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.
Un gran número de samaritanos escuchaba a Felipe, veía las señales milagrosas que hacía y le prestaba mucha atención a su mensaje.
La gente en masa escuchaba con atención a Felipe, pues habían oído hablar de los milagros que realizaba y ahora los estaban viendo.
Grandes multitudes lo escuchaban atentamente, al ver los milagros que realizaba.
Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.
Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía.
Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje.
La multitud, cuando oyó y vio las señales milagrosas que hacía, prestaba atención unánime a lo expresado por Felipe.
Cuando la gente oía y veía las señales que hacía, escuchaba atentamente y de común acuerdo lo que Felipe decía.
Toda la gente escuchaba con atención lo que les decía Felipe, y oían y veían los milagros que hacía.
Y las gentes escuchaban atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Toda la gente se reunía para escucharlo con atención y para ver los milagros que hacía.
Toda la gente se reunía para escucharlo con atención y para ver los milagros que hacía.
El versiculo Hechos, 8:6 de La Santa Biblia consiste en algo que es conveniente tener siempre presente con el propósito de reflexionar acerca de él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Hechos, 8:6? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que podemos aprovechar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 8:6 de La Biblia?
Discurrir y recapacitar sobre el versículo Hechos, 8:6 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es oportuno servirse del versículo Hechos, 8:6 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestro espíritu.