El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
Y respondiendo el eunuco á Felipe, dijo: Ruégote ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, ó de otro alguno?
Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: —Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo o de algún otro?
Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De sí, o de alguno otro?
Y respondiendo el Eunucho â Philippe, dixo, Ruegote, de que Propheta dize eſto? de ſi, ò de otro alguno?
El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
El etíope preguntó a Felipe: — Dime, por favor, ¿de quién habla el profeta, de sí mismo o de otro?
El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego que me digas, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?
El funcionario le preguntó a Felipe: —Por favor dime, ¿de quién está hablando el profeta? ¿Está hablando de él mismo o de otra persona?
El etíope preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién habla el profeta, de sí mismo o de otro?
―¿Hablaba el profeta de sí mismo o de otra persona? —le preguntó el eunuco a Felipe.
El eunuco le dijo a Felipe: «Le ruego que me diga, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?».
El eunuco le preguntó a Felipe: «Dime, ¿hablaba el profeta acerca de sí mismo o de alguien más?».
—Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —le preguntó el eunuco a Felipe.
El eunuco preguntó a Felipe: Te ruego, ¿De quién dice esto el profeta? ¿De él mismo o de otro?
Respondió el eunuco a Felipe y dijo: —Te ruego, ¿de quién dice esto el profeta? ¿Lo dice de sí mismo o de algún otro?
El eunuco le preguntó a Felipe: «Te ruego que me digas: ¿De quién habla el profeta? ¿Habla de sí mismo, o de algún otro?»
Y respondiendo el eunuco á Felipe, dijo: Ruégote ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, ó de otro alguno?
El oficial le preguntó a Felipe: —Dígame usted, por favor: ¿está hablando el profeta de él mismo, o de otra persona?
El oficial le preguntó a Felipe: —Dígame usted, por favor: ¿está hablando el profeta de él mismo, o de otra persona?
Debemos tomar continuamente en cuenta el versículo Hechos, 8:34 de La Sagrada Biblia con la finalidad de hacer una reflexión en torno a él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Hechos, 8:34? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 8:34 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Hechos, 8:34 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es útil acudir al versículo Hechos, 8:34 todas las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.