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Eclesiastés, 2:15

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Eclesiastés, 2:15

y me dije: «Lo que le espera al necio también me espera a mí, así que de nada me sirve tanta sabiduría. ¡Hasta eso es vana ilusión!


Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio me sucederá también á mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.


Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.


Entonces dije en mi corazón: «Como sucederá al necio, me sucederá a mí. ¿Para qué, pues, me he esforzado hasta ahora por hacerme más sabio?» Y dije en mi corazón que también esto era vanidad.


Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.


Y yo dixe en mi coraçon: Como sucederá àl loco me sucederá tãbiẽ à mi: paraque pues hé trabajado haſta aora por hazerme mas sabio? y dixe en mi coraçon, que tambiẽ eſto era vanidad.


y me dije: «Lo que le espera al necio también me espera a mí, así que de nada me sirve tanta sabiduría. ¡Hasta eso es vana ilusión!


y me dije: «Lo que le espera al necio también me espera a mí, así que de nada me sirve tanta sabiduría. ¡Hasta eso es vana ilusión!


Y entonces me dije: si el destino del necio será mi destino, ¿de qué me sirve haber sido más sabio? Y pensé que también esto era ilusión


Entonces me dije: Como la suerte del necio, así también será la mía. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio? Y me dije: También esto es vanidad.


Entonces pensé: «Si el tonto termina igual que yo, ¿de qué sirve la sabiduría? ¿Qué he ganado con esforzarme tanto por ser sabio?» Me di cuenta de que eso tampoco tiene sentido.


Y entonces me dije: si el destino del necio será mi destino, ¿de qué me sirve haber sido más sabio? Y pensé que también esto era ilusión


Entonces, me dije: «yo también moriré igual que el necio». Entonces, ¿de qué vale toda mi sabiduría? Así reconocí que aun la sabiduría es vana.


Entonces me dije: «Como la suerte del necio, así también será la mía. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio?». Y me dije: «También esto es vanidad.


los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!».


Me dije entonces: «Si al fin voy a acabar igual que el necio, ¿de qué me sirve ser tan sabio?» Y concluí que también esto es absurdo


Entonces me dije a mí mismo: Como el destino del necio, Así me acontecerá a mí. ¿Para qué, entonces fui muy sabio? Y me dije: También esto es vanidad.


Entonces dije en mi corazón: “Lo mismo que le acontecerá al necio me acontecerá también a mí. ¿Para qué, pues, me he hecho más sabio?”. Y dije en mi corazón que también esto era vanidad.


Entonces me dije a mí mismo: «Si lo mismo que le espera al necio, también me espera a mí, ¿qué caso tiene esforzarme por ser más sabio?» Concluí entonces que también esto es vanidad


Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio me sucederá también á mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.


así que me puse a pensar: «¿Qué gano yo con ser tan sabio, si al fin de cuentas moriré igual que los tontos? ¡Esto no tiene ningún sentido!»


así que me puse a pensar: «¿Qué gano yo con ser tan sabio, si al fin de cuentas moriré igual que los tontos? ¡Esto no tiene ningún sentido!»


Es aconsejable tener continuamente presente el versículo Eclesiastés, 2:15 de La Santa Biblia con la finalidad de reflexionar sobre él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Eclesiastés, 2:15? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de poner en práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 2:15 de Las Sagradas Escrituras?

El hecho de reflexionar sobre el versículo Eclesiastés, 2:15 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es útil servirse del versículo Eclesiastés, 2:15 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.