Realicé grandes obras; me construí palacios; tuve mis propios viñedos.
Engrandecí mis obras, edifiquéme casas, plantéme viñas
Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas
Acometí grandes obras, me edifiqué casas, planté viñas para mí
Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas
Engrandeci mis obras, edifiquéme casas, plantéme viñas
Realicé grandes obras; me construí palacios; tuve mis propios viñedos.
Realicé grandes obras; me construí palacios; tuve mis propios viñedos.
Realicé grandes obras: me construí palacios, planté viñas
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñedos
Entonces empecé a hacer grandes obras. Construí palacios, planté viñedos
Realicé grandes obras: me construí palacios, planté viñas
Después traté de hallar satisfacción inaugurando un amplio programa de obras públicas: casas, viñedos, jardines, parques y huertos para mí, y estanques para el regadío de mis plantaciones.
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñas
También traté de encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos viñedos.
Realicé grandes obras: me construí casas, me planté viñedos
Engrandecí mis obras, me edifiqué palacios Y planté viñas para mí.
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, planté viñas
Emprendí grandes obras, hice que me construyeran casas y que me plantaran viñas
Engrandecí mis obras, edifiquéme casas, plantéme viñas
Todo lo hice en grande: construí mis propias casas, planté mis propios viñedos
Todo lo hice en grande: construí mis propias casas, planté mis propios viñedos
El versiculo Eclesiastés, 2:4 de La Biblia es algo que es conveniente tomar siempre en consideración para hacer una reflexión acerca de él. ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Eclesiastés, 2:4? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos poner en práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 2:4 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo en relación con el versículo Eclesiastés, 2:4 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es bueno servirse del versículo Eclesiastés, 2:4 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.