El hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta de abajo hasta la parte de afuera de la puerta interior, y era de cincuenta metros.
Y midió la anchura desde la delantera de la puerta de abajo hasta la delantera del atrio interior por de fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.
Y midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.
Midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, y era de cien codos hacia el oriente y hacia el norte.
Y midió la anchura desde la delantera de la puerta de abajo hasta la delantera del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.
Y midió la anchura desde la delantera dela puerta de abaxo haſta la delantera del patio de dentro por de fuera de cien cobdos hazia el Oriente y el Norte.
El hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta de abajo hasta la parte de afuera de la puerta interior, y era de cincuenta metros.
El hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta de abajo hasta la parte de afuera de la puerta interior, y era de cincuenta metros.
Después midió la distancia que había desde el frontal interior del pórtico inferior hasta el frontal exterior del pórtico interior, y resultó ser de cincuenta metros.
Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente del atrio interior por fuera, y tenía cien codos al oriente y al norte.
Entonces el hombre midió el ancho del patio exterior desde la entrada interior hasta la orilla exterior del patio interior. Medía 50 metros. El lado norte es igual al lado oriental.
Después midió la distancia que había desde el frontal interior del pórtico inferior hasta el frontal exterior del pórtico interior, y resultó ser de cincuenta metros.
Luego midió hasta la pared del otro costado del atrio, que se llamaba el «atrio exterior» del templo, y encontró que la distancia era de cincuenta y dos metros y medio.
Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente del atrio interior por fuera, y tenía 100 codos (52.5 metros) al oriente y al norte.
Luego el hombre midió la distancia a lo ancho del atrio exterior del templo entre la entrada exterior y la interior; era de cincuenta y tres metros.
Luego midió la distancia desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior, y al este y al norte la distancia era de cien codos.
Luego midió la anchura desde el frente de la puerta más baja hasta el frente exterior del patio interno. Fue de 50 metros en el oriente y en el norte.
Midió el ancho desde el frente de la puerta inferior hasta el frente exterior del atrio interior, y tenía cincuenta y dos metros. Así como en el norte era en el oriente.
Allí el hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, y esta medía cincuenta metros hacia el oriente y hacia el norte.
Y midió la anchura desde la delantera de la puerta de abajo hasta la delantera del atrio interior por de fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.
Más tarde aquel hombre me llevó al patio exterior, que estaba entre la muralla y la entrada al patio del templo. Tanto al norte como al este, el patio medía cincuenta metros. Alrededor del patio había
Más tarde aquel hombre me llevó al patio exterior, que estaba entre la muralla y la entrada al patio del templo. Tanto al norte como al este, el patio medía cincuenta metros. Alrededor del patio había
El versiculo Ezequiel, 40:19 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que deberíamos tomar siempre en cuenta para hacer una reflexión acerca de él.Seguramente sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Ezequiel, 40:19? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 40:19 de la Santa Biblia?
Meditar acerca de el versículo Ezequiel, 40:19 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es útil acudir al versículo Ezequiel, 40:19 todas las veces que pueda servirnos de guía para saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.