El vestíbulo daba hacia el atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmas en sus postes; y sus gradas eran de ocho escalones.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y sus gradas eran de ocho peldaños.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y sus gradas eran de ocho peldaños.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmas en cada uno de sus postes; y sus gradas eran de ocho escalones.
Y ſus arcos afuera àl patio, y palmas à cada vno de ſus postes: y ſus gradas eran ocho gradas.
El vestíbulo daba hacia el atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones.
El vestíbulo daba hacia el atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones.
Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas tres palmeras en sus pilastras; su escalinata tenía ocho peldaños.
Sus pórticos daban al atrio exterior; y había figuras de palmeras en sus pilares, y se subía por ocho gradas.
En cuanto al vestíbulo que daba al patio exterior, tenía palmeras grabadas en sus batientes y ocho escalones.
Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas tres palmeras en sus pilastras; su escalinata tenía ocho peldaños.
La única diferencia era que tenía ocho escalones de acceso en vez de siete. Tenía decoraciones de palmeras sobre los pilares, tal como las otras.
Sus pórticos daban al atrio exterior; y había figuras de palmeras en sus pilares, y se subía por ocho gradas.
La antesala de la puerta sur daba al atrio exterior. Tenía decoraciones de palmeras en sus columnas y había ocho escalones que conducían a la entrada.
Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; sus pilares también tenían grabados de palmeras. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas.
Sus arcos estaban orientados hacia el patio externo con palmeras ornamentales en sus columnas. Sus gradas eran de ocho peldaños.
Sus vestíbulos daban al atrio exterior y tenían decoraciones de palmeras sobre sus pilastras. Y ocho gradas daban acceso a ellos.
Sus arcos daban hacia fuera del atrio, y tenían palmeras en sus postes, y sus gradas eran de ocho peldaños.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmas en sus postes; y sus gradas eran de ocho escalones.
Aquel hombre y yo subimos ocho escalones, y entramos por la entrada del sur, que llevaba hacia el patio interior del templo. Sus medidas, portones, cuartos, columnas decoradas, ventanas y pasillo eran
Aquel hombre y yo subimos ocho escalones, y entramos por la entrada del sur, que llevaba hacia el patio interior del templo. Sus medidas, portones, cuartos, columnas decoradas, ventanas y pasillo eran
El versiculo Ezequiel, 40:31 de La Sagrada Biblia consiste en algo que hay que tener constantemente presente con el fin de hacer una reflexión sobre él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 40:31? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Ezequiel, 40:31 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar sobre el versículo Ezequiel, 40:31 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente servirse del versículo Ezequiel, 40:31 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones.