El Señor me llevó allá, y vi un hombre que parecía de bronce. Estaba de pie a la puerta, y tenía en la mano una cinta de lino y una regla para medir.
Y llevóme allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de metal, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir: y él estaba á la puerta.
Me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.
Me llevó allí, y vi que había un hombre, cuyo aspecto era como el aspecto del bronce. Tenía un cordel de lino en la mano y una caña de medir, y él estaba de pie junto a la puerta.
Y me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.
Y lleuóme alli, y he aqui vn varon cuyo aspecto era, como aspecto de metal: y tenia vn cordel de lino en sumano: y vna caña de medir: el qual eſtaua à la puerta.
El Señor me llevó allá, y vi un hombre que parecía de bronce. Estaba de pie a la puerta, y tenía en la mano una cinta de lino y una regla para medir.
El Señor me llevó allá, y vi un hombre que parecía de bronce. Estaba de pie a la puerta, y tenía en la mano una cinta de lino y una regla para medir.
Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta.
Me llevó allá; y he aquí, había allí un hombre cuyo aspecto era semejante al bronce, con un cordel de lino y una caña de medir en la mano, y estaba de pie en la puerta.
Luego me guió hacia allá. Noté que en la entrada había un hombre que parecía de bronce, el cual estaba de pie. Tenía una cinta de medir de lino y una vara de medir.
Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta.
Acercándome, vi a un hombre cuyo rostro brillaba como el bronce, parado al lado de la puerta del templo, sosteniendo en su mano una cinta métrica y una vara de medir.
Me llevó allá; y vi a un hombre cuyo aspecto era semejante al bronce, con un cordel de lino y una caña de medir (unos 3 metros) en la mano, y estaba de pie en la puerta.
A medida que me acercaba, vi a un hombre de pie junto a una puerta de entrada y su rostro brillaba como el bronce. En la mano tenía una cuerda de medir hecha de lino y una vara para medir.
Me llevó allá y vi un hombre que parecía hecho de bronce. Estaba de pie junto a la puerta y en su mano tenía una cuerda de lino y una vara de medir.
Me llevó allí, y vi a un varón, cuya apariencia era como el bronce, con un cordel de lino y una caña de medir en la mano. Estaba en pie junto a la puerta.
Me llevó allá, y he allí un hombre cuyo aspecto era como el aspecto del bronce. Tenía en su mano un cordel de lino y una caña de medir, y estaba de pie junto a la puerta.
Al dejarme allí, vi que en la puerta estaba un hombre que parecía de bronce, y que en su mano tenía un cordel de lino y una caña de medir.
Y llevóme allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de metal, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir: y él estaba á la puerta.
Dios me llevó a esa ciudad, y allí vi a un hombre que parecía estar hecho de bronce. Estaba de pie, junto a la entrada, y en la mano tenía una cinta de lino y una regla para medir.
Dios me llevó a esa ciudad, y allí vi a un hombre que parecía estar hecho de bronce. Estaba de pie, junto a la entrada, y en la mano tenía una cinta de lino y una regla para medir.
Hay que tomar continuamente en consideración el versículo Ezequiel, 40:3 de La Biblia a fin de reflexionar sobre él.Seguramente sería bueno preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 40:3? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 40:3 de Las Sagradas Escrituras?
Discurrir y recapacitar sobre el versículo Ezequiel, 40:3 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente acudir al versículo Ezequiel, 40:3 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestros corazones.