De mí se ha alejado la paz y he olvidado ya lo que es la dicha.
Y mi alma se alejó de la paz, olvidéme del bien.
Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien
Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien
Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien.
Vau Y mi alma ſe alexó de la paz, oluideme del bien.
De mí se ha alejado la paz y he olvidado ya lo que es la dicha.
De mí se ha alejado la paz y he olvidado ya lo que es la dicha.
Me han secuestrado la paz y hasta he olvidado la dicha.
Y mi alma ha sido privada de la paz, he olvidado la felicidad.
La paz se ha alejado de mí; he olvidado lo que significa el bienestar.
Me han secuestrado la paz y hasta he olvidado la dicha.
¡Me has quitado la paz! ¡Ya ni siquiera me preocupo por portarme bien!
Y mi alma ha sido privada de la paz, He olvidado la felicidad.
Me arrebató la paz y ya no recuerdo qué es la prosperidad.
Me ha quitado la paz; ya no recuerdo lo que es la dicha.
Mi alma está lejos de la paz. Olvidé la felicidad.
Ha sido privada mi alma de la paz; me he olvidado de la felicidad.
Ya no sé lo que es tener paz ni lo que es disfrutar del bien
Y mi alma se alejó de la paz, olvidéme del bien.
Ya no tengo tranquilidad; la felicidad es solo un recuerdo.
Ya no tengo tranquilidad; la felicidad es solo un recuerdo.
El versiculo Lamentaciones, 3:17 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que debemos tomar siempre en consideración con el fin de meditar en torno a él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de proponernos Dios Padre con el versículo Lamentaciones, 3:17? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Lamentaciones, 3:17 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Lamentaciones, 3:17 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno servirse del versículo Lamentaciones, 3:17 siempre que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestros corazones.