Hasta he llegado a pensar que ha muerto mi firme esperanza en el Señor.
Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza de Jehová.
Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.
y dije: «Perecieron mis fuerzas y mi esperanza en Jehová.»
Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza del SEÑOR.
Vau Y dixe, Pereció mi fortaleza, y mi eſperança de Iehoua.
Hasta he llegado a pensar que ha muerto mi firme esperanza en el Señor.
Hasta he llegado a pensar que ha muerto mi firme esperanza en el Señor.
Pienso que estoy sin fuerza, que se ha agotado del todo mi esperanza en el Señor.
Digo, pues: Ha perecido mi vigor, y mi esperanza que venía del SEÑOR.
Me dije a mí mismo: «Mi fuerza y esperanza en el SEÑOR han desaparecido».
Pienso que estoy sin fuerza, que se ha agotado del todo mi esperanza en el Señor.
Y dije: «Ya no tengo ganas de hacer nada y hasta estoy perdiendo la fe en el SEÑOR».
Digo, pues: «Se me acabaron las fuerzas, Y mi esperanza que venía del SEÑOR».
Yo exclamo: «¡Mi esplendor ha desaparecido! ¡Se perdió todo lo que yo esperaba del SEÑOR!».
Y digo: «Me he quedado sin fuerzas y sin esperanza en el SEÑOR».
Y dije: Mi fuerza y mi esperanza En YAVé perecieron.
Pensé: “Ha perecido mi fortaleza y mi esperanza en el SEÑOR”.
y concluyo: «Fuerzas ya no tengo, ni esperanza en el Señor.»
Y dije: Pereció mi fortaleza, y mi esperanza de Jehová.
Me parece que de Dios ya no puedo esperar nada.
Me parece que de Dios ya no puedo esperar nada.
El versiculo Lamentaciones, 3:18 de La Santa Biblia es algo que debemos tomar en todo momento en cuenta de tal forma que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos el Señor con el versículo Lamentaciones, 3:18? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Lamentaciones, 3:18 de la Santa Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Lamentaciones, 3:18 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno acudir al versículo Lamentaciones, 3:18 cada vez que nos pueda servir de guía para saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.