Lamentaciones, 3:24
Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío!
Mi parte es Jehová, dijo mi alma; por tanto en él esperaré.
Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
«Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.
Mi parte es el SEÑOR, dijo mi alma; por tanto a él esperaré.
¶ Heth Mi parte es Iehoua, dixo mi anima: portanto à el eſperaré.
Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío!
Y me digo: ¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío!
Tú eres mi herencia, Señor, por eso confío en ti.
El SEÑOR es mi porción —dice mi alma— por eso en Él espero.
Me digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo y necesito»; por eso siempre tendré esperanza en él.
Tú eres mi herencia, Señor, por eso confío en ti.
El SEÑOR es todo para mí, por lo tanto en él confiaré siempre.
«El SEÑOR es mi porción», dice mi alma, «Por tanto en Él espero».
Me digo: «El SEÑOR es mi herencia, por lo tanto, ¡esperaré en él!».
Me digo a mí mismo: «El SEÑOR es mi herencia. ¡En él esperaré!».
YAVé es mi porción, dice mi alma, Por tanto espero en Él.
“El SEÑOR es mi porción”, ha dicho mi alma; “por eso, en él esperaré”.
Por eso digo con toda el alma: «¡El Señor es mi herencia, y en él confío!»
Mi parte es Jehová, dijo mi alma; por tanto en él esperaré.
Por eso digo que en él confío; ¡Dios es todo para mí!
Por eso digo que en él confío; ¡Dios es todo para mí!
Es preciso tomar continuamente en cuenta el versículo Lamentaciones, 3:24 de La Sagrada Biblia con el fin de reflexionar sobre él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Lamentaciones, 3:24? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana podemos llevar a la práctica lo que aprendemos gracias al versículo Lamentaciones, 3:24 de La Biblia?
Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Lamentaciones, 3:24 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es útil recurrir al versículo Lamentaciones, 3:24 todas las veces que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.
