Escucha, Señor, sus ofensas y todos los planes que hacen contra mí
Tú has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí
Has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí
Has oído, Jehová, sus ultrajes, todas sus maquinaciones contra mí
Tú has oído la afrenta de ellos, oh SEÑOR, todas sus maquinaciones contra mí
Schin Tu has oydo la affrenta deellos, ò Iehoua, todos ſus pensamientos contra mi
Escucha, Señor, sus ofensas y todos los planes que hacen contra mí
Escucha, Señor, sus ofensas y todos los planes que hacen contra mí
Tú oyes, Señor, sus insultos y sus planes contra mí
Has oído sus oprobios, oh SEÑOR, todas sus tramas contra mí
SEÑOR, tú has escuchado sus insultos y sus planes en contra mía.
Tú oyes, Señor, sus insultos y sus planes contra mí
SEÑOR, tú has escuchado los insultos y burlas que dirigen contra mí todo el día
Has oído sus oprobios, oh SEÑOR, Todas sus tramas contra mí
SEÑOR, tú oíste los nombres repugnantes con los que me llaman y conoces los planes que hicieron.
SEÑOR, tú has escuchado sus insultos y todos sus planes en mi contra
Tú oíste, oh YAVé, Todos sus reproches contra mí.
“Tú has oído, oh SEÑOR, la afrenta de ellos, todas sus maquinaciones contra mí
Tú, Señor, sabes cómo me ofenden, cómo hacen planes contra mí
Tú has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí
T ú sabes cómo me ofenden; tú sabes que me hacen daño.
T ú sabes cómo me ofenden; tú sabes que me hacen daño.
Es muy recomendable tener constantemente presente el versículo Lamentaciones, 3:61 de La Santa Biblia de manera que podamos reflexionar en torno a él. ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Lamentaciones, 3:61? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Lamentaciones, 3:61 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Lamentaciones, 3:61 nos ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa razón es conveniente recurrir al versículo Lamentaciones, 3:61 cada vez que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.