Lloran mis ojos sin descanso, pues no habrá alivio
Mis ojos destilan, y no cesan, porque no hay alivio
Mis ojos destilan y no cesan, porque no hay alivio
Mis ojos destilan sin cesar, porque no habrá alivio
Mis ojos destilan, y no cesan, porque no hay alivio
Ain Mis ojos ſe escurren en lagrimas, y no ceſſan: porque no ay relaxacion.
Lloran mis ojos sin descanso, pues no habrá alivio
Lloran mis ojos sin descanso, pues no habrá alivio
Mis ojos lloran sin tregua y no sentirán alivio
Mis ojos fluyen sin cesar, ya que no hay descanso
Mis ojos están llenos de lágrimas que no dejan de correr
Mis ojos lloran sin tregua y no sentirán alivio
Lágrimas fluyen de mis ojos sin descanso, al darme cuenta que no hay escape para mi pueblo.
Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso
Mis lágrimas corren sin cesar; no pararán
Se inundarán en llanto mis ojos, sin cesar y sin consuelo
Mis ojos manan sin cesar, sin alguna tregua.
“Mis ojos vierten lágrimas y no cesan porque no hay tregua
Mis ojos no dejan de llorar, pues ya no hay remedio
Mis ojos destilan, y no cesan, porque no hay alivio
R ealmente me duele ver sufrir a las mujeres de Jerusalén. Se me llenan de lágrimas los ojos, pero no hay quien me consuele. ¡Espero que desde el cielo Dios nos mire y nos tenga compasión!
R ealmente me duele ver sufrir a las mujeres de Jerusalén. Se me llenan de lágrimas los ojos, pero no hay quien me consuele. ¡Espero que desde el cielo Dios nos mire y nos tenga compasión!
El versiculo Lamentaciones, 3:49 de La Sagrada Biblia es algo que nos conviene tomar continuamente en cuenta de manera que podamos reflexionar acerca de él.Quizás sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de manifestarnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Lamentaciones, 3:49? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que podemos poner en práctica lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Lamentaciones, 3:49 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Lamentaciones, 3:49 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es conveniente acudir al versículo Lamentaciones, 3:49 siempre que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.