En realidad, la gente creía que eran refaítas, aunque los moabitas los llamaban emitas.
Por gigantes eran ellos también contados, como los Anaceos; y los Moabitas los llaman Emimeos.
Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas.
Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; pero los moabitas los llaman emitas.
Por gigantes eran ellos también contados, como los anaceos; y los moabitas los llaman emitas.
Por gigantes eran tambien contados ellos como los Enaceos, y los Moabitas los llamauan Emimeos.
En realidad, la gente creía que eran refaítas, aunque los moabitas los llamaban emitas.
En realidad, la gente creía que eran refaítas, aunque los moabitas los llamaban emitas.
Tanto a ellos como a los anaquitas se los tenía por refaítas, si bien los moabitas los llamaban emitas.
Como los anaceos, ellos también son considerados gigantes, pero los moabitas los llaman emitas.
Se creía que ellos también eran refaítas como los anaquitas, pero los moabitas los llamaban emitas.
Tanto a ellos como a los anaquitas se los tenía por refaítas, si bien los moabitas los llamaban emitas.
a los emitas y a los anaceos se les suele llamar refaítas, pero los moabitas los llaman emitas.
Como los anaceos, ellos también son considerados gigantes, pero los moabitas los llaman emitas.
A los emitas y a los anaceos también se les conoce como refaítas, aunque los moabitas los llaman emitas.
Tanto a ellos como a los anaquitas se les consideraba gigantes, pero los moabitas los llamaban emitas.
Ellos también, como los anaceos, eran considerados refaítas, aunque los moabitas los llamaban emitas.
Aquellos, como los anaquitas, también eran considerados como refaítas, pero los moabitas los llamaban emitas.
También ellos eran considerados gigantes, como los hijos de Anac, aunque los moabitas los llaman emitas.
Por gigantes eran ellos también contados, como los Anaceos; y los Moabitas los llaman Emimeos.
pero a nuestro Dios le pareció que habíamos estado allí demasiado tiempo, y nos ordenó ir hacia el norte. »Antes nos advirtió que, al pasar por la región de Seír, no atacáramos a los descendientes de
pero a nuestro Dios le pareció que habíamos estado allí demasiado tiempo, y nos ordenó ir hacia el norte. »Antes nos advirtió que, al pasar por la región de Seír, no atacáramos a los descendientes de
Nos conviene tener constantemente presente el versículo Deuteronomio, 2:11 de los Textos Sagrados que componen la Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar sobre él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Deuteronomio, 2:11? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Deuteronomio, 2:11 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar en relación con el versículo Deuteronomio, 2:11 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo Deuteronomio, 2:11 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestras almas.