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Deuteronomio, 2:21

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Deuteronomio, 2:21

se trataba de un pueblo grande y numeroso, y de gente alta como los descendientes del gigante Anac, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, los cuales se quedaron a vivir para siempre en


Pueblo grande, y numeroso, y alto, como los Anaceos; á los cuales Jehová destruyó de delante de los Ammonitas, quienes les sucedieron, y habitaron en su lugar


pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquellos, y habitaron en su lugar


Eran un pueblo grande, numeroso y alto, como los hijos de Anac, a los cuales Jehová exterminó delante de los amonitas. Estos desalojaron a aquellos y habitaron en su lugar


pueblo grande, numeroso, y alto, como los anaceos; a los cuales el SEÑOR destruyó de delante de los amonitas, y ellos les heredaron, y habitaron en su lugar


Pueblo grande, y mucho, y alto como los Enaceos: los quales Iehoua destruyó de delante de ellos, y ellos los heredaron, y habitaron en ſu lugar


se trataba de un pueblo grande y numeroso, y de gente alta como los descendientes del gigante Anac, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, los cuales se quedaron a vivir para siempre en


se trataba de un pueblo grande y numeroso, y de gente alta como los descendientes del gigante Anac, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, los cuales se quedaron a vivir para siempre en


Era un pueblo fuerte y numeroso, altos como los anaquitas; pero el Señor los aniquiló por medio de los amonitas que, apoderándose de su territorio, se instalaron en él.


pueblo grande, numeroso y alto como los anaceos, pero que el SEÑOR destruyó delante de ellos. Y los amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar


Eran grandes y numerosos como los anaquitas, pero el SEÑOR los destruyó y los amonitas los expulsaron y habitaron ahí en su lugar.


Era un pueblo fuerte y numeroso, altos como los anaquitas; pero el Señor los aniquiló por medio de los amonitas que, apoderándose de su territorio, se instalaron en él.


Eran una tribu grande y poderosa, de hombres tan altos como los anaceos. Pero el SEÑOR los destruyó cuando los amonitas entraron en esa tierra y vivieron allí en su lugar.


pueblo grande, numeroso y alto como los anaceos, pero que el SEÑOR destruyó delante de ellos. Y los amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar


También eran fuertes, altos y numerosos como los anaceos. Pero el SEÑOR destruyó a los refaítas para que los amonitas se apoderaran de la tierra de ellos.


Eran fuertes y numerosos, y tan altos como los anaquitas, pero el SEÑOR los destruyó por medio de los amonitas, quienes luego de desalojarlos se establecieron en su lugar.


pueblo grande y numeroso, alto como los anaceos, que YAVÉ destruyó de delante de ellos, quienes los desposeyeron y vivieron en su lugar


Estos eran un pueblo grande y numeroso; eran altos como los anaquitas. A estos destruyó el SEÑOR delante de los amonitas que los sucedieron y habitaron en su lugar


”Eran gente fuerte, alta y numerosa, como los hijos de Anac, a los cuales el Señor destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquellos, y habitaron en su lugar


Pueblo grande, y numeroso, y alto, como los Anaceos; á los cuales Jehová destruyó de delante de los Ammonitas, quienes les sucedieron, y habitaron en su lugar


Los zamzumitas eran un pueblo grande, con gente tan alta como los gigantes anaquitas. Dios acabó con ellos por medio de los amonitas, que se quedaron para siempre con su territorio.


Los zamzumitas eran un pueblo grande, con gente tan alta como los gigantes anaquitas. Dios acabó con ellos por medio de los amonitas, que se quedaron para siempre con su territorio.


Debemos tomar continuamente en consideración el versículo Deuteronomio, 2:21 de La Sagrada Biblia con el objetivo de meditar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos el Señor con el versículo Deuteronomio, 2:21? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Deuteronomio, 2:21 de La Sagrada Biblia?

Meditar sobre el versículo Deuteronomio, 2:21 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es conveniente apoyarse en el versículo Deuteronomio, 2:21 cada vez que nos pueda servir de guía para saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestras almas.