»Desde hace mucho te rebelaste contra mí, te negaste a obedecerme. Dijiste: “No quiero servir.” Sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso te dedicaste a la prostitución.
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrias tú, oh ramera.
Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.
»Porque desde hace mucho tiempo rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: “No serviré.” Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te acostabas como una prostituta.
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré (al pecado). Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrías tú, oh ramera.
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, rompido tus ataduras: Y dixiste, No seruiré. Cõtodo eſſo ſobre todo collado alto, y debaxo de todo arbol sombrio tu corrias ô ramera.
»Desde hace mucho te rebelaste contra mí, te negaste a obedecerme. Dijiste: “No quiero servir.” Sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso te dedicaste a la prostitución.
»Desde hace mucho te rebelaste contra mí, te negaste a obedecerme. Dijiste: “No quiero servir.” Sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso te dedicaste a la prostitución.
Hace mucho que te has sacudido el yugo y has hecho trizas tus correas diciendo: “No volveré a ser esclavo”. Y en toda colina elevada, bajo cualquier árbol frondoso te tumbas como una prostituta.
Porque desde hace tiempo rompí tu yugo y arranqué tus coyundas; pero dijiste: «No serviré». Porque sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso te echabas como ramera.
»Hace mucho tiempo rompiste tu yugo y te quitaste las cadenas que te ataban a mí. Dijiste que ya no me servirías y como una prostituta te tendiste en cada colina y bajo cada árbol frondoso.
Hace mucho que te has sacudido el yugo y has hecho trizas tus correas diciendo: «No volveré a ser esclavo». Y en toda colina elevada, bajo cualquier árbol frondoso te tumbas como una prostituta.
Desde hace mucho se desligaron de todo lo que los unía a mí. Desafiantes, no quisieron seguir mis instrucciones. Sobre cada colina y debajo de cada árbol se han postrado ante los ídolos.
«Porque desde hace tiempo rompí tu yugo Y arranqué tus coyundas; Pero dijiste: “No serviré”. Porque sobre toda colina alta Y bajo todo árbol frondoso Te echabas como ramera.
»Hace tiempo rompí el yugo que te oprimía y arranqué las cadenas de tu esclavitud, pero aun así dijiste: “No te serviré”. Sobre cada colina y debajo de todo árbol frondoso te has prostituido inclinánd
«Desde hace mucho quebraste el yugo; te quitaste las ataduras y dijiste: “¡No quiero servirte!”. Sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso, te entregaste a la prostitución.
Desde antaño quebraste el yugo, rompiste tus ataduras y dijiste: ¡No quiero servir! Y sobre toda colina alta, y debajo de todo árbol frondoso te echabas como prostituta.
Porque desde hace mucho quebraste tu yugo y rompiste tus coyundas. Dijiste: ‘¡No serviré!’. Ciertamente sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso te echabas tú, oh prostituta.
»Tú, desde hace mucho tiempo rompiste el yugo y te quitaste las ataduras. Tú dijiste: “No quiero servir.” Tú, en la cima de cualquier monte elevado, o a la sombra de cualquier árbol frondoso, te entre
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrias tú, oh ramera.
”Hace ya mucho tiempo que ustedes me abandonaron; rompieron los lazos que nos unían, y se negaron a adorarme. Me traicionaron, pues en lo alto de las colinas y bajo todo árbol frondoso, se entregaron
”Hace ya mucho tiempo que ustedes me abandonaron; rompieron los lazos que nos unían, y se negaron a adorarme. Me traicionaron, pues en lo alto de las colinas y bajo todo árbol frondoso, se entregaron
Es preciso tomar en todo momento en cuenta el versículo Jeremías, 2:20 de los Textos Sagrados que componen la Biblia a fin de meditar en torno a él. ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Jeremías, 2:20? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos poner en práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Jeremías, 2:20 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo sobre el versículo Jeremías, 2:20 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa razón es bueno recurrir al versículo Jeremías, 2:20 cuando creamos que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.