<

Jeremías, 2:30

>

Jeremías, 2:30

En vano castigué a los hijos de ustedes, pues no quisieron aprender la lección. Ustedes mismos, como leones feroces, asesinaron a sus profetas.


Por demás he azotado vuestros hijos; no han recibido corrección. Cuchillo devoró vuestros profetas como león destrozador.


En vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido corrección. Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león destrozador.


En vano he azotado a vuestros hijos: no han admitido la corrección. Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león destrozador.


Por demás he azotado vuestros hijos; no han recibido corrección. Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león destrozador.


Por demas he açotado vuestros hijos, no han recebido castigo. Cuchillo tragó vuestros prophetas como leõ destroçador.


En vano castigué a los hijos de ustedes, pues no quisieron aprender la lección. Ustedes mismos, como leones feroces, asesinaron a sus profetas.


En vano castigué a los hijos de ustedes, pues no quisieron aprender la lección. Ustedes mismos, como leones feroces, asesinaron a sus profetas.


En vano castigué a sus hijos, pues no han aprendido la lección. Su espada devoró a los profetas, lo mismo que un león depredador.


En vano he herido a vuestros hijos, no han aceptado corrección. Vuestra espada ha devorado a vuestros profetas como león destructor.


»No sirvió de nada haber castigado a tus hijos, no aprendieron la lección que les di. Como un feroz león ustedes devoraron a espada a sus profetas.


En vano castigué a sus hijos, pues no han aprendido la lección. Su espada devoró a los profetas, lo mismo que un león depredador.


Castigué a sus hijos pero nada les aprovechó: aún no quieren obedecer. Y ustedes mismos han matado a mis profetas como el león que mata su presa.


«En vano he herido a sus hijos, No han aceptado corrección. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas Como león destructor.


He castigado a tus hijos, pero no respondieron a mi disciplina. Tú mismo mataste a tus profetas como un león mata a su presa.


«En vano castigo a tus hijos, pues rechazan mi corrección. Cual si fuera un león feroz, la espada de ustedes devoró a sus profetas.


En vano azoté a los hijos de ustedes. Ellos no recibieron corrección. La espada de ustedes devoró a sus profetas, como un león destructor.


En vano he azotado a sus hijos; ellos no han recibido corrección. Su espada ha devorado a sus profetas como un león destructor.


»En vano he azotado a los hijos de ustedes, pues no han asimilado el castigo. Y la espada de ustedes, como si fuera un león feroz, se devoró a los profetas.


Por demás he azotado vuestros hijos; no han recibido corrección. Cuchillo devoró vuestros profetas como león destrozador.


”No tiene caso castigar a sus hijos, pues no aceptan mis correcciones. ¡Todos ustedes, como leones feroces, mataron a mis profetas!


”No tiene caso castigar a sus hijos, pues no aceptan mis correcciones. ¡Todos ustedes, como leones feroces, mataron a mis profetas!


Es conveniente tomar constantemente en cuenta el versículo Jeremías, 2:30 de La Biblia para analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué quiso proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Jeremías, 2:30? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Jeremías, 2:30 de La Sagrada Biblia?

Discurrir y recapacitar sobre el versículo Jeremías, 2:30 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es bueno recurrir al versículo Jeremías, 2:30 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.