Pedro afirmó: —Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos decían lo mismo.
Dícele Pedro: Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le dijo: —Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Le dice Pedro: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Dizele Pedro, Aũ que me ſea menester morir contigo, note negaré. Y todos los Diſcipulos dixeron lo mismo.
Pedro afirmó: —Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos decían lo mismo.
Pedro afirmó: —Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos decían lo mismo.
Pedro insistió: — ¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo! Y lo mismo decían los otros discípulos.
Pedro le dijo*: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo.
Pedro le dijo: —Aun si tengo que morir contigo, no te negaré. Todos los otros seguidores dijeron lo mismo.
Pedro insistió: —¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo! Y lo mismo decían los otros discípulos.
―¡Aunque me cueste la vida, no te negaré! —insistió Pedro. Y los demás discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le dijo*: «Aunque tenga que morir junto a Ti, jamás te negaré». Todos los discípulos dijeron también lo mismo.
—¡No! —insistió Pedro—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás discípulos juraron lo mismo.
—Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré. Y los demás discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le respondió: Aunque tenga que morir contigo, de ningún modo te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le dijo: —Aunque me sea necesario morir contigo, jamás te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le dijo: «Aun cuando tenga yo que morir contigo, jamás te negaré.» Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Dícele Pedro. Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le contestó: —Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos dijeron lo mismo.
Pedro le contestó: —Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos dijeron lo mismo.
Debemos tener continuamente presente el versículo San Mateo, 26:35 de los Textos Sagrados que componen la Biblia a fin de reflexionar acerca de él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo San Mateo, 26:35? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que seremos capaces de aprovechar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo San Mateo, 26:35 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo acerca de el versículo San Mateo, 26:35 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es útil acudir al versículo San Mateo, 26:35 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestras almas.