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San Mateo, 26:65

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San Mateo, 26:65

Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo: —¡Las palabras de este hombre son una ofensa contra Dios! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ustedes han oído sus pa


Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.


Entonces el Sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: —¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Ahora mismo habéis oído su blasfemia.


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestidos, diciendo: Ha blasfemado; ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.


Entonces el Põtifice rompió ſus veſtidos, diziendo, Blasphemadohá: que mas neceſsidad tenemos de teſtigos? heaqui aora aueys o ydo ſu blasphemia.


Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo: —¡Las palabras de este hombre son una ofensa contra Dios! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ustedes han oído sus pa


Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas en señal de indignación, y dijo: —¡Las palabras de este hombre son una ofensa contra Dios! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ustedes han oído sus pa


Al oír esto, el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras y exclamó: — ¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testimonios? ¡Ya han oído su blasfemia!


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia


El sumo sacerdote se rasgó los vestidos y dijo: —Él ha ofendido a Dios. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Escuchen, ustedes acaban de oír semejante ofensa!


Al oír esto, el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras y exclamó: —¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testimonios? ¡Ya han oído su blasfemia!


―¡Blasfemia! —gritó el sumo sacerdote, rasgándose la ropa—. ¿Qué más testigos necesitamos? ¡Él mismo lo ha confesado! ¿Cuál es el veredicto de ustedes? ―¡Que muera!, ¡que muera! —le respondieron.


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Ahora mismo ustedes han oído la blasfemia.


Entonces el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras en señal de horror y dijo: «¡Blasfemia! ¿Para qué necesitamos más testigos? Todos han oído la blasfemia que dijo.


—¡Ha blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia!


Entonces el sumo sacerdote rasgó sus ropas y dijo: ¡Blasfemó! ¿Qué necesidad tenemos aún de testigos? ¡Ahora mismo ustedes oyeron la blasfemia!


Entonces el sumo sacerdote rasgó su vestidura diciendo: —¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo, ustedes han oído la blasfemia.


El sumo sacerdote se rasgó entonces las vestiduras y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? ¡Ustedes acaban de oír su blasfemia!


Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.


Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes se desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo: —¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas! —¡Q


Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes se desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo: —¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas! —¡Q


El versiculo San Mateo, 26:65 de La Biblia consiste en algo que es conveniente tomar en todo momento en consideración con el objetivo de hacer una reflexión en torno a él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos el Señor con el versículo San Mateo, 26:65? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos aprovechar aquello que hemos aprendido gracias al versículo San Mateo, 26:65 de La Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo San Mateo, 26:65 nos ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es útil recurrir al versículo San Mateo, 26:65 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.