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San Mateo, 26:48

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San Mateo, 26:48

Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: «Al que yo bese, ese es; arréstenlo.»


Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.


Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle.


Y el que lo entregaba les había dado señal, diciendo: «Al que yo bese, ese es; prendedlo.»


Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle.


Y elque lo entregaua, les auia dado señal, diziendo, Al que yo besáre, aquel es, prendeldo.


Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: «Al que yo bese, ése es; arréstenlo.»


Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: «Al que yo bese, ese es; arréstenlo.»


Judas, el traidor, les había dado esta contraseña: — Aquel a quien yo bese, ese es; aprésenlo.


Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ese es; prendedle.


El que lo traicionaba les había dado una señal, diciéndoles: «Al que yo salude con un beso en la mejilla, ese es. Arréstenlo».


Judas, el traidor, les había dado esta contraseña: —Aquel a quien yo bese, ese es; aprésenlo.


esperaban solamente que Judas identificara con un beso al Maestro.


El que lo entregaba les había dado una señal, diciendo: «Al que yo bese, Él es; lo pueden prender».


El traidor, Judas, había acordado con ellos una señal: «Sabrán a cuál arrestar cuando lo salude con un beso».


El traidor les había dado esta contraseña: «Al que le dé un beso, ese es; arréstenlo».


El que lo entregaba les dio una señal: Al que yo bese, Él es. Arréstenlo.


El que le entregaba les había dado señal diciendo: “Al que yo bese, ese es. Préndanle”.


El que lo estaba traicionando les había dado esta contraseña: «Al que yo le dé un beso, ese es; arréstenlo.»


Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.


Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»


Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»


Nos conviene tomar siempre en cuenta el versículo San Mateo, 26:48 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el objetivo de analizarlo y pensar sobre él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso proponernos el Señor con el versículo San Mateo, 26:48? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día seremos capaces de llevar a la práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo San Mateo, 26:48 de la Santa Biblia?

Discurrir y recapacitar acerca de el versículo San Mateo, 26:48 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por eso es aconsejable servirse del versículo San Mateo, 26:48 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.