1 (2b) Tú, Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo!
AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Te amo, Jehová, fortaleza mía.
Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía.
Al Vencedor: del sieruo de Iehoua, de Dauid, el qual habló à Iehoua las palabras deeste cantico el dia que lo libró Iehoua de mano de todossus enemigos, y de mano de Saul. Y dixo
1
1 (2b) Tú, Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo!
Al maestro del coro. De David, siervo del Señor, que dirigió al Señor las palabras de este cántico el día que el Señor lo salvó de todos sus enemigos y de Saúl.
Yo te amo, SEÑOR, fortaleza mía.
SEÑOR, te amo. ¡Tú eres mi fortaleza!
Te quiero, Señor, eres mi fuerza.
SEÑOR, ¡cuánto te amo! Porque eres mi fuerza.
«Yo te amo, SEÑOR, fortaleza mía».
Te amo, SEÑOR; tú eres mi fuerza.
¡Cuánto te amo, SEÑOR, fuerza mía!
Dijo: ¡Te amo, oh YAVÉ, Fortaleza mía!
Te amo, oh SEÑOR, fuerza mía.
Mi Señor, mi fortaleza, ¡yo te amo!
Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo
1 (2b) ¡Dios mío, yo te amo porque tú me das fuerzas!
1 (2b) ¡Dios mío, yo te amo porque tú me das fuerzas!
El versiculo Salmos, 18:1 de La Sagrada Biblia consiste en algo que nos conviene tener continuamente presente con el propósito de analizarlo y pensar acerca de él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos el Señor con el versículo Salmos, 18:1? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo Salmos, 18:1 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo Salmos, 18:1 nos ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es útil servirse del versículo Salmos, 18:1 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.