37 (38) Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y sólo volví después de destruirlos.
Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.
Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; no volví hasta acabarlos.
Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos.
Ensancharás mi paſſo debaxo demi; y no titubearán mis rodillas.
Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.
37 (38) Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y sólo volví después de destruirlos.
Agilizas mis pasos al andar y no se tuercen mis tobillos.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; y no me volví hasta acabarlos.
Así puedo perseguir y atrapar a mis enemigos. No descansaré hasta derrotarlos.
Persigo a mis enemigos y los alcanzo, no retrocedo hasta acabar con ellos
Perseguí a mis enemigos, los alcancé, y no me volví hasta vencerlos a todos.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; Y no me volví hasta acabarlos.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; no me detuve hasta verlos vencidos.
Perseguí a mis enemigos, les di alcance, y no retrocedí hasta verlos aniquilados.
Perseguí a mis enemigos, los alcancé, Y no regresé hasta que fueron aniquilados.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; no volví sino hasta acabarlos.
y así pude perseguir y alcanzar a mis adversarios; ¡no volví hasta haberlos exterminado!
Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.
37 (38) Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y no volví hasta haberlos destruido.
37 (38) Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y no volví hasta haberlos destruido.
El versiculo Salmos, 18:37 de La Biblia es algo que hay que tomar siempre en consideración con el objetivo de analizarlo y pensar en torno a él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Salmos, 18:37? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana podemos poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Salmos, 18:37 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Salmos, 18:37 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es oportuno apoyarse en el versículo Salmos, 18:37 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.