Salmos, 18:27
27 (28) Tú salvas a los humildes, pero humillas a los orgullosos.
Y tú salvarás al pueblo humilde, Y humillarás los ojos altivos.
Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos.
porque tú salvarás al pueblo afligido y humillarás los ojos altivos.
Por tanto al pueblo humilde salvarás, y los ojos altivos humillarás.
Cõel limpio serás limpio, y cõel peruerso serás peruerso.
sincero con el que es sincero, pero sagaz con el que es astuto.
27 (28) Tú salvas a los humildes, pero humillas a los orgullosos.
sincero con el sincero, sagaz con el retorcido.
Porque tú salvas al pueblo afligido, pero humillas los ojos altivos.
Tú salvas a la gente humilde y humillas a los más soberbios.
Porque tú salvas al pueblo humillado y abates las miradas altivas.
Libras a los humildes y condenas a los orgullosos y altivos.
Porque Tú salvas al pueblo afligido, Pero humillas los ojos altivos.
Rescatas al humilde, pero humillas al orgulloso.
Tú das la victoria a los humildes, pero humillas a los altaneros.
En verdad, Tú salvas al pueblo afligido, Y humillas los ojos altivos.
Salvas al pueblo humilde, y humillas los ojos altivos.
Tú salvas a los humildes, pero humillas a los soberbios.
Y tú salvarás al pueblo humilde, Y humillarás los ojos altivos.
27 (28) A la gente humilde le concedes la victoria, pero a los orgullosos los haces salir derrotados.
27 (28) A la gente humilde le concedes la victoria, pero a los orgullosos los haces salir derrotados.
El versiculo Salmos, 18:27 de La Sagrada Biblia es algo que es conveniente tener en todo momento presente para analizarlo y pensar sobre él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Salmos, 18:27? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Salmos, 18:27 de La Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Salmos, 18:27 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es útil acudir al versículo Salmos, 18:27 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer la paz a nuestro espíritu.
