38 (39) Los hice pedazos. Ya no se levantaron. ¡Cayeron debajo de mis pies!
Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.
Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies.
Los herí de modo que no se levantaran; cayeron debajo de mis pies
Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies.
Perseguiré mis enemigos, y alcançarloshé; y no bolueré haſta acabailos.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé, y sólo volví después de destruirlos.
38 (39) Los hice pedazos. Ya no se levantaron. ¡Cayeron debajo de mis pies!
Persigo a mis enemigos y los alcanzo, no retrocedo hasta acabar con ellos
Los destrocé y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.
Los derrotaré de modo que ellos nunca puedan levantarse de nuevo; todos ellos estarán bajo mis pies.
los abato y no pueden levantarse, quedan postrados a mis pies.
Los aplasté. Ya no pudieron levantarse. Les puse el pie sobre el cuello.
Los destrocé y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies.
Los herí de muerte para que no pudieran levantarse; cayeron debajo de mis pies.
Los aplasté. Ya no pudieron levantarse. ¡Cayeron debajo de mis pies!
Les di golpes repetidos, Y no pudieron levantarse, Cayeron debajo de mis pies.
Los golpeé, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.
Los herí, y ya no se levantaron; ¡quedaron tendidos debajo de mis pies!
Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.
38 (39) Los derroté por completo; ¡los aplasté bajo mis pies, y no volvieron a levantarse!
38 (39) Los derroté por completo; ¡los aplasté bajo mis pies, y no volvieron a levantarse!
Es aconsejable tener en todo momento presente el versículo Salmos, 18:38 de La Biblia con el fin de meditar sobre él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 18:38? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 18:38 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Salmos, 18:38 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, por eso es útil acudir al versículo Salmos, 18:38 cuando creamos que pueda servirnos de guía y así saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.