<

Salmos, 18:36

>

Salmos, 18:36

36 (37) Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.


Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas.


Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.


Ensanchaste mis pasos debajo de mí y mis pies no han resbalado.


Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas.


Y me diſte el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.


Tú me proteges y me salvas, me sostienes con tu mano derecha; tu bondad me ha hecho prosperar.


36 (37) Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.


Me ofreces tu escudo protector, tu diestra me sostiene, tu benevolencia me engrandece.


Ensanchas mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.


Dios mío, tú me ayudas a correr más rápido y les das fuerza a mis piernas.


Agilizas mis pasos al andar y no se tuercen mis tobillos.


Has hecho amplias gradas bajo mis pies para que no resbale.


Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.


Has trazado un camino ancho para mis pies a fin de evitar que resbalen.


Me has despejado el camino, así que mis tobillos no flaquean.


Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no resbalaron.


Tú has ensanchado mis pasos debajo de mí para que no tiemblen mis tobillos.


Me pusiste sobre un terreno espacioso, para que mis pies no resbalaran


Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas.


36 (37) Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.


36 (37) Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.


El versiculo Salmos, 18:36 de La Santa Biblia es algo que deberíamos tomar continuamente en cuenta para analizarlo y pensar en torno a él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 18:36? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que podemos recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo Salmos, 18:36 de La Biblia?

Meditar sobre el versículo Salmos, 18:36 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es bueno acudir al versículo Salmos, 18:36 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer paz a nuestro espíritu.