12 (13) Un fulgor relampagueante salió de su presencia; brotaron de las nubes granizos y carbones encendidos.
Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes.
Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes.
Por el resplandor de su presencia, pasaron sus nubes: granizo y carbones ardientes.
Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones de fuego.
Puso tinieblas por ſu escondedero: en ſus enderredores de ſu tabernaculo escuridad de aguas, nuues de los cielos.
Tomó como escondite, como tienda de campaña, la densa oscuridad que lo rodeaba y los nubarrones cargados de agua.
12 (13) Un fulgor relampagueante salió de su presencia; brotaron de las nubes granizos y carbones encendidos.
De las tinieblas hizo su refugio, de aguaceros y densas nubes una tienda que lo cubría.
Por el fulgor de su presencia se desvanecieron sus densas nubes en granizo y carbones encendidos.
Entonces la gloria resplandeciente de Dios brilló en las nubes, arrojando granizo y emitiendo fuertes rayos.
Ante su resplandor las nubes se deshicieron en granizo y chispas de fuego.
Súbitamente, el esplendor de su presencia rompió de entre las nubes con carbones encendidos y con una granizada.
Por el fulgor de Su presencia se desvanecieron Sus densas nubes En granizo y carbones encendidos.
Nubes densas taparon el brillo a su alrededor, e hicieron llover granizo y carbones encendidos.
De su radiante presencia brotaron nubes, granizos y carbones encendidos.
El fulgor de su Presencia Atravesó las densas nubes. Descargó granizo y carbones encendidos.
Por el resplandor de su presencia fueron atravesadas las nubes por el granizo y los carbones de fuego.
De su deslumbrante presencia salieron ascuas y granizos que cruzaron las nubes.
Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes.
12 (13) ¡De su grandioso trono salían nubes, granizos y carbones encendidos!
12 (13) ¡De su grandioso trono salían nubes, granizos y carbones encendidos!
El versiculo Salmos, 18:12 de La Biblia consiste en algo que debemos tener continuamente presente con la finalidad de meditar sobre él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 18:12? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos poner en práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 18:12 de la Santa Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Salmos, 18:12 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa razón es aconsejable recurrir al versículo Salmos, 18:12 en todas aquellas ocasiones en que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.